Era muy duro para mí detenerme y pensar en todos los que ya no estaban. Quizás, y solo quizás había algo que se me escapaba, algo que podría haber evitado todo esto. De momento no sé nada, ni tan siquiera a quién me enfrento, y por mucho que me parara a pensar seguía sin entender absolutamente nada. Esta vez me dejé guiar por mi intuición para saber lo que sucedería esta noche. Tras pararlo a pensar muy detenidamente mi mente barajó una posibilidad alocada y era la de que el siguiente que sería visitado sería mi hermano Josh. Pensé que si atacaba a mi familia la siguiente pieza sería él, y no perdía nada por intentar evitar su final trágico. Le llamé por teléfono para pedirle ayuda, aunque en el fondo era para ayudarle a él.
-¿Hola?
-Josh, soy yo, Andy. Te necesito.
-Hola Andy, yo también pensaba en llamarte cuando me enteré de lo de papá... ¿Qué ocurre?
-Me gustaría pedirte un favor, ¿Podría ir a tu casa y dormir allí esta noche?
-Claro, sin problema. Recuerda que vivo solo, hay espacio para cualquiera. Por cierto, ¿Sabes algo de mamá? Pensé en llamarla pero no tengo ni idea de cómo contactar con ella, ya que creo que sigue en Italia y no llevaba el móvil encima.
-Ya. Esta noche te pondré al día, no te preocupes.
-Bueno, vale... Oye, tengo que irme a trabajar, nos vemos esta noche. ¿Aún recuerdas mi dirección?
-Sí, tranquilo, estaré sobre las nueve.
-Vale, nos vemos.
-Hasta luego.
Colgué el teléfono y me sentí mal, ya que él no sabía lo que le había pasado a mamá y seguramente tampoco se haya enterado de lo de Emma. Iba a ser yo quien le contase todo y no sabría ni cómo empezar.
Dediqué el resto del día a seguir teorizando mientras guardaba algo de ropa para esta noche. Mi hermano no vivía a más de media hora de mí así que no tendría problemas en el desplazamiento. Entre tanto llegó la hora de marcharme, así que cogí el coche y me dirigí a su casa.
Lo que más me extraño al salir de casa era que todo estaba demasiado oscuro. Eran apenas las ocho y media pero en realidad parecía que eran las dos de la madrugada. Por la carretera por donde me dirigía apenas se veía lo que había delante mía, pero intenté conducir lo más relajadamente posible. También noté como si alguien me siguiese o me estuviera acompañando por todo el recorrido, pero la carretera parecía completamente vacía. Había menos coches de los que me esperaba, otra razón más para alarmarme, al menos eso parecía. Todo parecía tranquilo pero algo inquietante, sin embargo algo rompió momentáneamente mi serenidad. Oí una voz que me hablaba dentro del coche.
-Otra estúpida idea propia de ti, eres demasiado previsible Andy.
Al oír eso miré hacía atrás pero no había nadie en los asientos traseros del coche. Empezaba a imaginar cosas y eso no me agradaba ni lo más mínimo.
-¿Quién ha dicho eso?-pensé.
Seguí conduciendo intentando ignorar lo que había escuchado pero de repente una vista rápida de reojo al retrovisor interior me hizo saltar del susto. Pude vislumbrar la figura del ente sentada dentro del coche, detrás mío. Cuando eché la vista atrás no había nada.
-No hay nadie Andy, tranquilízate. Solo son imaginaciones.
Repetí eso varias veces para volver a respirar con total normalidad mientras conducía, pero mi locura no quería dejar de acosarme.
Volví a ver algo en el retrovisor. Esta vez no sabía a ciencia cierta qué había visto, pero volví a echar la vista atrás. Evidentemente, no había nada. Pero al volver la vista al frente todo había dado un cambio radical. Ya no estaba en una carretera oscura, sino en una bien iluminada por la luz de la luna y rodeada por aquel bosque de mis sueños. Seguí conduciendo sin tener ni la más remota idea de lo que estaba pasando, y empecé a tener un poco de miedo.
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Locura
Mystery / ThrillerAndy, un amante de la filosofía decide empezar a escribir un diario por consecuencia de todas las cosas que le están sucediendo en su día a día. Siente la necesidad de vaciar su interior para poder así sentirse quizás un poco bien consigo mismo. Esc...