Un Destino Inesperado

Capítulo XXV

Pasaron cuatro meses más...

Hace tiempo que estaba ya aquí. Salí de la que ahora era mi habitación y bajé, eran al rededor de las cinco de la mañana. No podía dormir. Noté que Hans no estaba, pero el celular se encontraba en la mesa. Lo tomé y marqué el número de Harry, ya que me lo sabía de memoria, pero al escuchar la llave tratando de ser insertada en la cerradura dejé el celular dónde se hallaba. Hans se asomó.

NARRA NARRADOR.

-¿Qué haces?-preguntó entrando-

-Nada-se limitó a decir. Se notaba a leguas que Hans estaba ebrio, y hasta drogado. Se acercó a ____, rompiendo cualquier espacio que había entre los dos-

-Eres tan hermosa-dijo apoyando ambas manos al rededor de su cintura y depositó un beso en su cuello. Ella apretó su mandíbula y cerró sus ojos presionándolos por el asco. Él estaba fuera de sí mismo-

-Hans no...-suplicó ella con un nudo pulsando en su garganta y la bilis subiendo cómo amenaza- no lo hagas-volvió a suplicar-

-Te he deseado tanto...-comenzó a besarla. Ella intentaba forcejear, pero Hans era muy fuerte, ni siquiera valía la pena intentarlo. Bajó sus manos hasta sus mulos y los apretó con lujuria, mucha lujuria...

Ella estaba en la bañera, no paraba de llorar, se resfregaba el cuerpo tan fuerte al punto de que su piel se tornaba roja. Trataba de borrar esas imágenes de su cabeza, no podía parar de llorar y odiarse a sí misma. Salió y se sentó en la cama, se puso sus bragas, un pantalón de buzo gris y una musculosa azul... Hans se encaminó a su habitación, y atravesó la puerta. Al notar su presencia ____ se estremeció-

-No-no me toques, por-por favor-las palabras salían con dificultad de su boca. Ni siquiera podía hablar bien-

-____...-suspiró. Ella lo miraba con tanto miedo. Observaba con delicadeza cada uno de sus movimientos- lo-lo siento... No sé qué decir, sé que nunca vas a perdonarme, y que el daño que te he causado es irreparable. Pero no quise hacerlo, estaba pasado de drogas y muy ebrio... Discúlpame.

-Vete-escupió apretando su mandíbula. El solo asintió y desapareció-

NARRA ____.

Ya era la tarde-noche, estaba muriéndome de hambre, literalmente. No quería bajar, pero me temo que iba a desmayarme si no comía algo-

Es increíble como el tiempo se va, ya había pasado una semana, una maldita semana. Esa semana no podía ni dormir, Hans me recordaba mucho a Harry, no físicamente. Pero, se levantaba temprano y se iba para mi mayor comodidad y volvía de noche, tarde. Las pesadillas no paraban de atormentarme y eso hacía que se levantara, pero no se acercaba, se quedaba en el marco de la puerta, preguntando si estaba bien.

Esa noche me quedé despierta viendo televisión, no quería dormir. Estaba mirando televisión en cuanto el llegó. Se sorprendió al verme sentada ahí... Tenía algo que decirle.

-Hans...-se paró en seco, y me miró con asombro-

-¿Si?

-Tú... Tú...-las palabras no salían de mi boca. Me daba miedo esto-

-Yo...-respondió alentandome a hablar-

-No... No te cuidaste, Hans-mis ojos se cristalizaron y el nudo en mi garganta apareció, nuevamente.. -