Capítulo 20

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- Yo igual. - le hice cariño en su hermoso cabello. - Y mucho más. - lo solté.

Éste rió y negó con la cabeza. - Yo más. - guiñó el ojo.

- Yo mucho más que más. - reí.

- ¿Sabes que ésta pelea no tendrá fin? - siguió la risa. - Soy muy testarudo.

- Estás hablando con la más testaruda de todas querido. - cruzé los brazos y levanté la ceja.

- No lo creo, yo te gano. - hizo lo mismo.

- Ya lo veremos. - reí. - Ahora anda que tú hermanito te necesita.

- Sí, tienes razón, adiós. - rió y se dirigió a su auto negro.

Esperé a que se fuera para cerrar las rejas y entrar nuevamente a mi habitación.
No me importó lo que estuvieran hablando en la cocina ni mucho menos cómo estaba Michael.
Él sabía cómo hacerme llorar a mares... Eso me pasaba por entregarle tanta confianza.
Pero, también sabe cómo hacerme reírme a mares... Por la misma razón.

- "La confianza, una de las cosas más importantes de este mundo" - Anoté en mi cuadernillo de tonterías y de ideas.

Suspiré profundo, tan profundo que llegué a votar algunos papeles que estaban al lado de la mesita donde estaba.
Se cayeron al suelo, y sólo quedó uno sobre mi mesita.

La agarré, estaba toda polvorienta pero no arrugada.
No me acordaba de lo que decía ni de que existía, así que la leí.

- "Te amo bella, eres lo mejor... Gracias por todo. Eres muy especial, la más loca jaja y la más linda❤️
Me quedó dormido con tu imagen en la mente❤️
Ya quiero verte :) Te extraño:(

Atte: Jason. "

Wow... Esto sí que me dolió.
Más que las palabras de Michael.
Y recordar que cuando leí esto por primera vez, creí que eran palabras reales... Y ahora, puras mentiras.

Quería llorar, a mares...
Pero no, no lo hize. Me aguanté todas mis benditas lágrimas.
No iba a derramar nisiquiera una por él. Ya no.

Era rosada, mi antiguo color favorito, con las letras de color morado, el papel con aroma y diseños.

Lo agarré de los dos extremos y sin pena la rompí en dos, luego en cuatro y luego en seis para finalmente botarla.

- No puedo creer que haya guardado esa carta todo este tiempo... ¿Por qué no la boté el mismo día que nuestra relación terminó? Ah sí, en ese largo tiempo lo seguía queriendo...
Ahora por mí que se vaya a la mierda.

Me quedé pensando un rato hasta que mi puerta se abrió de golpe.
Rápidamente desperté y miré atentamente la puerta.
No había nadie.

Me levanté de la silla. - ¿Sabes qué podrías perfectamente matarme del susto por eso? ¿Sabes que mamá te enseñó a golpear la puerta? - sabía que era Michael. - ¿¡Sabes?! - grité.

- Lo siento... - Se acercó el unicornio. - Por esta y por lo anterior... Dí lo que quieras.. que soy un idiota, mal educado, estúpido... Pero, también sabes que te amo, y que daría todo por ti pequeña.

- ¿Cuánto te pagaron para que dijieras eso? - Cruzé los brazos.

Bufió. - Nada Mely... Yo vine por mi cuenta.

- ¿Seguro?

- Sí, eres mi hermana.

- ¿Y qué tiene que ver eso?

Un Amor Entre Voces ( Ashton Irwin )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora