Llegó el momento, pasaron los meses muy rápido y en aquel dieciocho de Mayo empezó nuestra historia, aunque para mi ya hubiera empezado mucho antes, ya que todos esos momentos juntos contaban y no poco.
Todo era perfecto hasta que llegó el segundo mes de nuestra relación. Tenía que irme un mes entero fuera, de vacaciones, y no podría verlo, sólo hablar por whatsapp y por teléfono. La verdad que lo pasé muy mal. Lo echaba de menos, y muchas veces acababa llorando por ahí sola paseando al perro.
Deseaba que se acabara el mes aún pasándomelo bien con mi familia. No podía más.Se hizo largo y corto, sí, raro, pero cierto.
Volví y le pude ver de nuevo, abrazarlo, besarlo, todo.
Malditas vacaciones. Pero ya no importaba, ya estaba aquí.