Capítulo 4: "Flashbacks"

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(NA: Lo que está escrito así son flashbacks).

Una vez me dijeron que el tiempo pasaba rápido, pero nunca me dijeron que tanto, y ahora, que sé que tan rápido pasa el tiempo, no puedo creer que estoy en donde estoy. Estoy aquí, el lugar donde mi vida va a cambiar, donde me toca hacer nuevas amistades, conocer nuevas personas, con otro estilo de vida, otro acento, otras costumbres y sobre todo, otros pensamientos.

¿Se preguntan ustedes dónde estoy? Fácil, ya llegue a mi destino, ya estoy en Bogotá, Colombia... Ahora dirán, "Espera, ¿qué?", pero sí, estoy aquí, ya ha pasado mi graduación, ha pasado la entrega de diplomas y han pasado muchas pero muchas cosas, son mis mejores recuerdos, como también algunos de los más dolorosos.

Estoy en la sala reunida con mis amigos, hace cuatro días me enteré de que me iba a mudar y he decidido que prefiero decírselo a todos juntos, por eso están todos en mi sala, sentados en los muebles en el piso o hasta de pie, como es el caso de Randy.

Mamá está en su cuarto viendo televisión y Christie no está en casa al igual que papá. Por lo cual estamos prácticamente solos. Estamos todos hablando sobre cosas tontas, cuando luego de un chiste se crea un pequeño silencio que no dura mucho ya que decido hablar sobre lo que será mi mudanza, ellos se tienen que enterar...

–Chicos, por favor, escúchenme un momento. –vocifero captando la atención de todos al instante.

– ¿Qué pasa Sophie? –pregunta Luisa, que está sentada diagonal a mí en un sofá.

–Bueno, yo les quería contar que me voy a mudar... –digo haciendo acopio de valor y soltándolo sin anestesia, porque decirle a tus hermanos (porque eso son para mí, más que amigos, hermanos, mi familia) que te vas a ir del país no es nada fácil.

–Genial, ¿A dónde te mudas hermana? –ahora es Randy quien habla haciendo que algunos miren a él y de vuelta a mí.

–Esa es la cuestión chicos, me voy, pero me voy a Colombia. –siento un nudo en la garganta luego de decir eso, el estómago se me aprieta y dentro de mí hay cierto dolor por todo esto, por no decir que me siento muy mal.

Al parecer todos enmudecen, pues la sala se hunde en silencio y puedo ver como algunos bajan la cabeza y otros simplemente deciden mirar a otro punto que no sea yo. Me encuentro inspeccionándolos a cada uno al tiempo que hago contacto visual con Maria Elena, que es quien pregunta:

– ¿Por qué te vas? –su tono de voz transmite tristeza, tan o más que su cara.

–Mis padres han decidido que lo mejor para la familia es que nos vayamos del país, para nadie es un secreto que esto cada día se está hundiendo un poco más. Por eso ellos nos han dicho a Christie y a mí que nos mudaremos, y no es muy probable que volvamos pronto. –mi voz se apaga cuando veo lágrimas en los ojos de Maria Elena y Luisa. –no lloren, que me harán llo... –y es cuando empiezan a salir lágrimas en los ojos de algunos de los chicos también al igual que en los míos y me hacen imposible el terminar la oración, me levanto para abrazar a mis chicas, mientras que los chicos también se levantan y nos abrazamos todos juntos, todos nos desahogamos un poco, y todos demostramos solidaridad por los sentimientos de los otros.

La amistad es algo demasiado sagrado, hay personas que dicen "La amistad no existe" pero el ser humano tiende a negar o afirmar algunas cosas que en realidad no sabe con certeza. Pero sí la amistad no existe, no sé qué esto que tengo con estas personas, gente que aunque no tengan mis sangre, no lleven un apellido que nos tilde como miembros de la misma familia, no tengamos algún vínculo en común más que muchas historias juntos, me cuidan y me aman, me aprecian y me enseñan también muchas cosas, que pasan conmigo las malas rachas y celebran conmigo los buenos momentos. A ellos también les debo quien hoy soy, porque todos han influido en mí, con cualquier tontería o cualquier cosa seria han hecho y me han ayudado a ser quien hoy soy.

C'est la vie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora