Capitulo 21

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6 de Marzo del 2013. Curitiba, Brasil.

Intente abrir mis ojos pero al ver un poco de luz, sentí que me quemaban y los volví a cerrar inmediatamente.
Empecé a escuchar ruidos, exactamente pasos, y lance un pequeño gruñido en modo de queja.

-¿Así que ya estas despierta?- escuche el tono molesto en su voz

-No- susurre y puse un brazo sobre mis ojos.

-Se nos hace tarde, levántate- sentí que se sentaba en la cama

-No grites- suplique

-No lo hago- efectivamente no lo hacía pero yo así lo sentía.

Descubrí mis ojos y los abrí, toda la luz que entraba por las ventanas me provocó un gran dolor de cabeza

-¡Ahgrr! ¡Mierda!- grite y me voltee boca bajo y puse la almohada arriba de me cabeza. -¡cierra las cortinas!- sólo faltaba ponerme de rodillas para que mi suplica estuviera completa.

-No- ¿porque era tan malo?- Me gusta ver la luz del día- escuche una pequeña risa, que para mi pareció la mas malvada del mundo.

-Amor, por favor- volví a rogar, no tenía ánimos de pelear.

Sentí su mano en mi espalda y la otra en mi estómago y sin ningún esfuerzo me levanto de la cama, y en un segundo estaba sobre su hombro.

-Nick, ¡bájame!- le pegue en la espalda con mis puños, pero sabía que no le hacían nada.

-No, y déjame de pegar- yo lo volví hacer. El me pego una nalgada

-¡ahh!- grite

El me bajo y me di cuenta que me había metido al baño

-Ahora métete a duchar- me dio un beso en la mejilla- Y con agua fría-

Lo obedecí, tal vez eso necesitaba, recordaba la fiesta de anoche y que había tomado pero no tanto como para tener esta resaca horrible. Deje que el agua escurriera por mi piel un buen rato, para relajarme.
Escenas de la madrugada empezaron a entrar en mi mente... ¡Nick me había visto ebria! Y ahora estaba enojado.
Decidí tardar un poco más, tal vez saliendo de la ducha me esperaba una guerra. Tome la toalla y me envolví en ella, me cepille los dientes y me mire al espejo y tenía ojeras, para mi suerte no tan profundas, por el reflejo vi la ropa que me quite o mejor dicho la prenda que me quite. Una bata de baño. Mi rostro estaba igual de rojo que un tomate, seguramente Nick me tuve que cambiar y... ¡Dios! ¡Qué pena! Y ahora tendría que salir envuelta en una toalla por mi ropa y el estaría ahí.
Camine así la puerta y vi que una de mis maletas estaba ahí ¿Qué hacía en el baño?
Como por arte de magia y pareciera que un foco se prendió sobre mi cabeza pensé en mi príncipe. Si porque eso era un príncipe y caballero. Mi pena con él disminuyo, sabía que Nick nunca haría nada que yo no quisiera.

Abrí mi maleta y observe mi ropa, arme un conjunto rápido con lo que se encontraba ahí, un short, una blusa de tirantes y una blusa más holgada que llegaba a medio abdomen. Me maquille con sólo un poco de corrector para quitarme las ojeras, rubor, rímel y un gloss transparente. Salí del baño preparada mentalmente para el mal humor de Nick.
Para mi sorpresa él había pedido el desayuno, esto no parecía una declaración de guerra, lo busque con la mirada y lo encontré en el balcón que tenía vista a los jardines, vi que estaba hablando por celular y preferí no interrumpirlo, mi estómago aclamaba comida así que parte un pedazo de un hot-cake y lo comi.
Cuando el entro a la habitación estaba serio, por mi salud mental que no era mucha en este momento, preferí no hablar.

Desayunamos en silencio y una vez que acabamos yo iba a volver a la cama, a dormir un poco, me había dado cuenta que cruelmente Nick me había despertado a las 8 am, ahora eran las 10.

Behind the Scenes (Nick Jonas y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora