Jackas Segunda Parte

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  Bueno en este capitulo seguiré con el anterior capitulo ya que de momento me quedan algunas cosas que contar.

Un día, mis padres y yo subimos a un pantano que no esta muy lejos de mi pueblo, a unos 10 kilómetros, yo cuando fuimos allí era un niño tenia unos 7 u 8 años, cuando llegamos allí estuvimos un rato y yo estaba tirando piedras al agua, y mis padres regañan dome por que me iba a caer al agua, después cuando estábamos a punto de irnos ya a casa yo cogí una piedra que apenas podía mover, pero la moví a la orilla del agua y cogí y la tire al agua pero al hacer tanta fuerza para tirarla al agua me resbale con el barro y evidentemente caí al agua y me cale entero, tuve que volver en calzoncillos todo el coche hasta llegar a casa y mis padres claramente me echaron una gran bronca.

Esta vez la diosa fortuna cuando tenia unos 10 años, mi madre (mi padre no pudo venir por motivos de trabajo), mi hermana y yo estábamos de vacaciones en Benicarlo lugar al que vamos siempre de vacaciones ya que mis abuelos tienen un piso allí y nos permiten ir a la familia de vacaciones, estábamos un día en la playa, era un día normal como cualquier otro y mi madre y yo decidimos ir a dar un paseo asta el faro, como hacíamos algunos días, ese día había unos chavales de unos 13 años pescando en las rocas del faro, mi madre y yo estuvimos mirando un ratillo como pescaban los chavales y después continuamos a dar la vuelta a el faro, cuando volvimos de dar la vuelta los chavales seguían pescando y yo pase a su lado con la mala suerte de clavarme un anzuelo de tres puntas en la suela del pie, claramente yo me moría de dolor y mi madre me llevo en brazos lo mas rápido que pudo asta el puesto de socorristas, una vez allí llamaron a una ambulancia con la que me llevaron hasta el hospital, mi madre vino conmigo, la cual siempre me recuerda que llevamos las sirenas puestas y las luces y como se apartaban los coches, en el hospital me llevaron en una camilla hasta una habitación y allí fue donde me sacaron el anzuelo, del cual me había clavado una punta unos 5 centímetros y otra unos 5 milímetros. Cuando ya me habían quitado el anzuelo del pie, un enfermero muy cachondo me pregunto que si lo quería de recuerdo, yo claramente no quería recordar esa experiencia. Después de eso estuve todas las vacaciones sin poder apoyar el talón y sin poderme meter en el agua.

Y aquí concluye el capitulo, quiero informaros de que aun queda un capitulo mas de estas historias.  


Memorias de un frikiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora