El inicio de todo...

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Me crié en un pueblecito de 200 habitantes hasta los 4 años, que fue cuando me mudé y me fui a un pueblo que está a 5 km de donde yo vivía pero donde no conocía a nadie. Aunque eso "no importaba" ya que al tener cuatro años haces otros amigos "rápidamente". Ese no era mi caso. Cuando estoy con gente que conozco fuera de mi pueblo no soy muy sociable, es como una burbuja, cuando salgo de ella me vuelvo tímido pero dentro soy una persona completamente distinta.

Yo tenía compañeros de clase pero no tenía confianza y no quedaba con ellos. Eso a mí no me importaba, me pasaba las tardes en el sofá viendo la televisión.

Después de las clases vino el verano pero yo no tenía a nadie. Entonces un día fui con mi abuela a visitar a su hermana y allí me presentaron a "mi primo" el cual tenía la misma edad que yo y por casualidad había nacido 9 días antes. Empecé a hablar con él y me cayó muy bien. Nos hicimos los mejores amigos rápidamente. El único problema es que él venía solamente en verano y algún que otro fin de semana suelto.

Yo era un niño que cada 15 días enfermaba de anginas por lo que mis padres decidieron operarme. La operación salió perfecta, menos por el pequeño detalle de que la enfermera me tuvo que pinchar 8 veces para ponerme la vía (creo que hay empezó mi fobia a las agujas). Cuando la operación termino mis padres vinieron a la habitación y me trajeron una caja. Abrí la caja y vi que era mi primera consola, la game boy advance con el final fantasy tactics. Me encanto ese regalo y empecé a jugar pero realmente no tenia ni idea, ya que no es un juego para niños, y lo deje de lado.

Entonces cuando salí del hospital fui a enseñarle mi nueva consola a mi primo, él tenía otra también, una de un modelo más antiguo que el mío porque era de su hermano mayor, y me enseño un juego, el pokemón zafiro, con el cual yo me quedé impresionado.

Poco después, cuando me fui de vacaciones me compré ese juego con el dinero de mi cumpleaños, pero con la edición esmeralda, que aunque yo no lo sabía era más completa que la que tenía mi primo. Empecé a jugar y se me pasaban las horas volando. Dejé de jugar al esmeralda cuando sacaron el pokemon perla, hasta entonces le había metido la friolera de 336 horas.

Mi primo y yo quedábamos casi todas las tardes de verano en una de las dos casas para jugar y nos lo pasábamos en grande. No siempre jugábamos a la consola pero estábamos casi todo el rato con ella, incluso cenábamos juntos y estábamos hasta las doce, cuando cada uno se iba a sus respectivas casas. Aunque yo claramente me quedaba jugando hasta tarde.

Después de eso la vida fue pasando de forma monótona. Yo por aquel entonces era bueno en clase y sacaba buenas notas, como todo el mundo en infantil, e iba conociendo a más compañeros. Por ejemplo Sara, una buena amiga del presente la cual estaba en mi clase; Laura, que fue mi mejor amiga unos años; Oscar, con el que ahora me llevo muy bien; Arturo, con el cual tuve bastantes problemas de crío; y Adrián, con el que ahora comparto cuadrilla y con el que me llevo muy bien, ya que compartimos algunas aficiones.

Entonces, a los 6 años conocí a Alberto, un actual gran amigo, que era amigo de la infancia de mi primo Aitor. De hecho fue él quien nos presento. Pero como Aitor, él era de fuera, aunque venía todos los findes. Desde aquel momento salía casi todos los fines de semana con él. Poco a poco fuimos creando un grupo de amigos. Venía también con nosotros un chaval llamado Andres, 2 años menor que nosotros, al cual puteábamos bastante. También había uno que venía desde Getafe a veranear con nosotros, el cual se llama Carlos (alias "Getafe"). Nos llevábamos genial.

Y aquí acaba el capítulo, que aunque no tiene mucho que ver con el título era necesario escribir, ya que algunas de estas personas tendrán relevancia en lo que viene después.

Memorias de un frikiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora