Esta historia sucedió un sábado. Estábamos Sara, Gorka y yo en el bar que vamos todos los fines de semana. Íbamos, como íbamos y aparte no había dado por hacer el tonto. Entonces despues de una larga noche de hacer el tonto, procedimos a irnos cada uno a su casa, en aquel momento Gorka nos dijo a Sara y a mi haber si nos llevaba a casa y dijimos que no y nos fuimos andando, cuando habíamos avanzada un buen tramo apareció Gorka y nos montamos ya que hacia mucho frío, nos llevo a casa una vez ya en el vecindario nos quedamos en el coche hablando y haciendo el tonto.
Yo decido que ya era el momento de irme a dormir a mi casa salí del coche entonces después de haberme bajado me arrepentí de aquella decisión y quise volver a entrar pero Gorka cerro la puerta con el pestillo y vi mi oportunidad, la ventanilla del copiloto bajada.
Corrí hacia ella y entonces hice un salto olímpico ( de estos que vas a saltar y saltas el obstáculo de espaldas) pase el obstáculo y cuando me apolle en el sillón del coche, se reventó la ventanilla del coche.
Me sentí fatal en ese momento, pero ahora es una chorrada más con la que fastidiar a mis amigos.