LOS SEGUIDORES ©

Capitulo 1. Megan

Cuando las personas me miran por la ventanilla de sus autos solo ven a una persona joven, despreocupada y un poco desalineada por como ellos juzguen. Como si conocieran la realidad de vida de cada habitante.
Lo cierto es que este lugar siempre me pareció un vacío total, los rayos del sol son como las joyas caras, en mi caso pagaría por verlo salir en este sitio tan nublado el lugar de Firsth, aquí es como si cada día hubiese un nuevo funeral.

Mi colegio queda a treinta minutos de mi hogar y la única razón por la que mis treinta minutos se vuelven veinte es Marck, es como si tuviese mi sol personal, llevo 4 años a su lado y han sido estupendos, el y mi hermano son las dos personas en mi vida.
Cuando llego al colegio es la primera persona que busco a mi alrededor, debiesen creer que he enloquecido por la manera en que lo busco siempre. Lo cierto es que yo veo mi vida alado de el y estoy segura que después de la graduación podre vivir junto a el.
-¡Te encontré! llevaba rato buscándote cariño.
Me toma por sorpresa.
-Yo soy quien siempre te encuentra. Ya era tu turno. le digo sonriendole.
-He terminado mi tesis ya podemos salir a esquiar, antes del verano.
- Si me parece bien. Debo entrar a clase te veo luego cariño.
Me despido de el y me marcho directo a mi calvario.

Solo escucho la chillante voz de un sujeto frente a mi explicando un montón de cosas, que para ser sincera no estoy poniendo atención, y es que ahora mis noches no han sido de lo mejor pues he tenido la sensación de que me observan cuando duermo, pues al apagar la luz es extraño como la habitación entra en un frío total, como si los ventanales estuviesen abiertos y se puede sentir la presencia de alguien en la habitación.
Suena la campana y todos se levantan de sus asientos para salir, mientras yo los observo aun sentada y viajada en mis pensamientos.
Siento como una suave palmada en mi espalda me sobresalta en mi asiento y observo que es el mismo hombre que hablaba como un loco frente a todos. Con su mirada me indica que debo retirarme señalando la puerta,  sin pensarlo tomo mis cosas y salgo.
Las horas han pasado volando y es hora de irme no sin antes despedirme de Marck.
Trato de buscarlo con la mirada pero ni rastro de el así que decido ir hacia el campo de fútbol donde es mi ultima opción.
-¡Hola! Lamento interrumpir.
Miro a Marck un poco confundida, pues me sorprende que estuviese manteniendo una platica con cuatro chicas que ya hacia mucho no cruzaba palabra. Y como hacerlo si Jass una de ellas se empeñaba en alejarme de Marck. No comprendo como termino Marck hablando con aquellas cuatro. El me observa y me muestra una amplia sonrisa.
-No interrumpes nada cariño. Jass quería invitarnos a una fiesta que realizara antes del verano y le he dicho que iremos a esquiar, pensaremos la forma de como asistir a su reunión.
Miro a Jass de reojo y noto en ella una sonrisa, esperaba ver algún gesto de molestia al ver la plenitud con que Marck me miro. Yo lo miro atenta y asiento con la cabeza dándole la razón, el se coloca junto a mi y me toma de la mano. De inmediato visualizó a Jass pero ella mantiene su enorme sonrisa. Tal vez su interés ya no sea Marck, y me alegra de que así haya sido.
-Espero que puedan asistir no se arrepentirán. Y Megan un día de estos quisiera poder platicar contigo como cuando eramos amigas.
- Claro, pero por ahora debemos irnos y gracias por tu invitación.
No digo mas y muevo la mano en forma de despido y le doy a Marck un suave jalón en la mano para que me siga. Y ambos caminamos alejándonos del campo.
-¿Esta todo bien?.
-Si claro. ¿a que se debe tu pregunta?.
-Pareces un poco mal humorada.
-No cariño estoy bien. Me voy a casa, te quiero.
-¿Se debe a la platica de Jass?. Cariño yo jamas me alejaría de ti y no creo que venga con esa intención de nuevo, cuando se me acerco en el campo solo me dijo de la fiesta y fue cuando tu apareciste'. Se nota que habla con la verdad.
-Cariño esta bien. Es solo que casi no he dormido y Jass ya no es mucho de mi agrado es todo.
- ¿Cual es la razón de tus insomnios?. Pregunta preocupado.
-Nada importante, luego te cuento debo irme, mi hermano me espera. Adiós cariño.
Me acerco a Marck y le doy un beso en sus labios, el me corresponde y toma mi cara con sus manos y me acaricia las mejillas.
-Eres tan hermosa.
Yo lo miro atónita y sonrojada por sus palabras., en mis adentros me miro en un espejo y no veo la belleza con la que el me ve pues soy un poco pálida, tengo ojos grandes café claro, cabello castaño claro, no muy largo pero tampoco tan corto, delgada y unos labios rojos carmín. Tal vez si el hubiese conocido a mi madre diría que somos idénticas, pero la verdad es que ni mi hermano y yo recordamos mucho de ella. Pues yo tenia 6 años cuando una madrugada decidió irse para jamas volver, desde ese día mi hermano cuida de mi. Pues mi padre pertenece a la milicia y tampoco lo vemos muy seguido aunque solo envía dinero para nuestro bienestar, desde que mi madre se fue mi padre vive obsesionado con su trabajo. Mi hermano simplemente me lleva cinco años de diferencia yo tengo 18 años y a pesar de ello mantenemos una excelente comunicación.
A mi hermano no le gusta hablar de mi madre simplemente es un tema que no se toca.
-Cariño ¡Reacciona!
Marck me hace volver a la realidad .
-Perdona estoy algo torpe este día.
-Esta bien, conduce con cuidado. Te quiero.
Me apresuro a mi auto y en busca de las llaves en mi mochila. Y otra vez esa sensación de que alguien me observa. Levanto la mirada y hay tres tipas sentadas en las bancas frente a mi mirándome y una de ellas me sonríe. En ese momento un escalofrío recorre todo mi cuerpo, bajo la vista y localizo las llaves de mi auto. Rápidamente lo abro y entro en el para irme.
Jamas había visto a esas tres mujeres pero la mirada de cada una tiene algo escalofriante.

Llego a casa y lo primero que hago es quitarme los zapatos y los coloco a un lado de la puerta.
-¡Jonathan! ¿donde estas?.
-¡Arriba!  ¡Ven!
Corro rápidamente hacia arriba y lo busco en su habitación, que es de donde provino su grito. Abro la puerta y lo veo parado a un lado de la cama mirándome con cara de enojado como siempre.
- Que tarde llegas.
-.Tranquilo estaba con Marck.
Me mira pensativo y mueve la cabeza negando mientras me da la espalda, y escucho una carcajada de el mientras arregla su traje para irse.
-Nunca te queda hacerte el mandón conmigo, eres pésimo.
Salgo de su habitación divertida por su expresión de ofendido y me encierro en mi habitación, me recuesto para poder visualizar los rostros de esas tres mujeres que causaron en mi una extraña sensación de miedo. y como no hacerlo si lucían aun mas pálidas que yo y unos ojos no tan peculiar, a mi parecer aparentaban locura, una mirada sin expresión alguna.

Me he quedado dormida ¡demonios! Que tarde es 8:45 pm. Miro asombrada la hora y es que eso es algo que no me ocurre, es decir dormirme y despertar muy tarde.

Me levanto y salgo a la terraza para fijarme si Jonathan ha regresado de trabajar, pero su auto aun no se encuentra. Deberá de venir en camino, mi hermano es ingeniero y por lo regular llega a esta hora.
Bajo a la cocina para preparar algo de comer. La temperatura de la casa comienza a bajar a un nivel que siento mis manos heladas, dejo de cocinar y camino hacia la sala para saber que es lo que ocurre y de nuevo puedo sentir esa mirada clavada en mi, volteo a todas partes pero no logro ver a nadie. Escucho el motor del auto de Jonathan, estacionándose y me siento mas aliviada por su llegada y es como si la casa del terror volviera a la normalidad.
-Hola. ¿que te pasa?
Mi cara tiene un aspecto de miedo que cualquiera lo notaria.
-Nada. Estoy bien, tardaste un poco.
-Si hubo mucho trafico de regreso a casa. Pero ya estoy aquí.
Me da un beso en la frente y se dirige a la cocina, mientras yo abro la puerta para asegurarme de que nadie quiera tirarme una broma observándome desde la ventana.
Cierro la puerta y me uno con mi hermano en la cocina.
- ¿que tal el trabajo?.
-Bien, algo pesado por los horarios.
Los dos nos sentamos en el comedor para cenar algo.
- He conocido a una chica. Es realmente linda. La conocí comprando un terreno.
-Me alegra. ¿cual es su nombre?.
-Samantha Jonss. La invite por un café., charlamos un poco.
Mi hermano no es un hombre feo, de hecho es bastante atractivo y tiene la facilidad de enamorar cuando se lo propone, solo nos parecemos en los ojos y labios. En todo lo demás somos totalmente diferentes.
-Algún día invitalala a la casa.
-Si lo are. La conocerás. Me voy a dormir meg descansa.
Me levanto de la silla y subo a mi habitación. Para lograr conciliar el sueño.

Me levanto para arreglarme he irme al colegio, arreglo mis cosas y desayuno algo ligero mientras observo a mi hermano caminando en círculos, atendiendo una llamada de su trabajo. Me levanto y le muevo la mano para que vea que me marcharé, el asiente con la cabeza sin desatender su llamada.
Salgo en dirección a mi auto y me voy.
Estacionó mi auto y volteo hacia la banca para fijarme que no estén las tres mujeres de nuevo.
Salgo y me adentro al colegio,  para la peor de mis suertes me encuentro con Jass.
-¡Hola! Te estaba buscando. Quería darte la invitación de la fiesta es este sábado. Ojala si puedan ir.
-Gracias. Hablare con Marck.
-Si claro. Y pues quería decirte que, lo pasado, pasado es. Me interesa volver a ser amigas de nuevo. ¿que te parece?.
-Si. Hablaremos luego ahora debo entrar a clase. Gracias por la invitación.
Me alejo de ella sin expresión alguna, y no es que sea rencorosa, simplemente que su amistad jamas me ha parecido importante. La de ella y de nadie, la verdad es que prefiero estar sola, y desde que conocí a Marck, solo somos el y yo. Pues el al igual que yo decidimos apartarnos de quienes nos afectaban o mostraban amistades falsas como Jass.
El día ha seguido su curso y las clases finalizaron.
-¿la clase fue aburrida?
-No tanto. Ya me acostumbre a ese tono de voz tan bajo de ese profesor.
Marck ríe ante mi contestación.
-¿En serio? Yo no podría.
- Marck, Jass me entrego la invitación. Es este sábado, ¿iremos?.
-Lo siento Megan mi padre insiste en ir a visitar a unos tíos a Fors, este fin de semana. Pero tu ve diviertete un poco.
Lo miro fijamente y muestro mi cara de duda, al no saber que decisión tomar. Pues yo esperaba asistir con el.
-Ya pensare que hacer. Ahora entremos a mi casa. Prepara algo para comer.
Salimos del auto y entramos a la casa. Comemos algo y nos sentamos en la sala para ver un poco de t.v.