Capitulo 15. 1864

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                        Zalma Korn.

La sangre hervía en mis venas, los recuerdos me invadían cargados de rencor y tristeza.
Entre a la biblioteca y arroje los libros al suelo, levante la silla y la arroje lo más lejos posible, estaba segada reviviendo mi pasado, mi al rededor se nublaba y el reflejo de aquel hombre apareció ante mi., portaba esa mirada envenenada, su ropa estaba manchada de sangre. Mis ojos se abrieron al saber que todo era mi imaginación la maldita Valerius había logrado atormentarme con lo oculto de mi pasado.

Me calme y me senté para mirar las llamas de la chimenea, el vació inundaba la estancia y me deje llevar en mis recuerdos.

Era 1864 en Pennsylvania. La época de la gente de clase, quienes vestían con esos valiosos atuendos, las mujeres portaban sus largos vestidos y los caballeros sus finos trajes aquellos solo presumían sus riquezas y como cada mañana pedía a sus sirvientes el desayuno fresco aunque eso no lo era para todos, mi familia pertenecía al campo, a mi me encantaba caminar por el bosque, mientras sentía la brisa fresca que golpeaba mi rostro, al llegar a casa solo escuchaba los gritos de mi madre reprochar mi partida cada mañana, y siendo sincera eso era lo que menos me preocupaba yo era feliz a mi manera, a pesar de las insistentes propuestas de mis padres por conseguir un esposo para mi., siempre veía la manera de librarme de aquello, no quería contraer matrimonio con alguien a quien no conocía a pesar de saber que tenia 20 años y que debía hacerlo cuanto antes, esa no era mi expectativa o eso creía yo.

.-Zalma ¿donde has estado?- mi madre se impone cruzando los brazos mientras clava su mirada asesina. .-Mírate eres un desastre Zalma. Me limpia el rostro con un pañuelo quitando las manchas de tierra de mi rostro.

.-¿Porque el alboroto madre, solo jugaba con las gemelas?. Trata de acomodar mi cabello, desesperada. .-Ya basta ¿que esta pasando?. Me mira y sus ojos brillan llenos de emoción.

.-Tenemos un invitado, su nombre es el señor William Korn, un hombre rico y poderoso, estoy segura de que sera un fantástico esposo. Me alejo de golpe, mi cara se descompone al no comprender completamente lo que ha dicho mi madre.

.-No insistas madre, no me casare con el primer hombre rico que encuentres. .-Lo aras Zalma es tu deber eres la mayor ademas tu padre esta hablando con el tu iras cuando el lo solicite.

Me alejo de ella y camino molesta hasta el estudio de mi padre, no soy un maldito objeto, aviento la puerta topandome con mi padre y aquel hombre, ambos me miran y se ponen de pie.

.-Padre tengo que hablar contigo. Le digo esquivando la mirada del señor William. .-Zalma, hija el es el señor William Korn, el hombre hace una reverencia y yo me quedo parada mirándolo sin afecto y respeto. 

.-Se quien es usted, lo miro desafiante, en verdad sabia quien era, este hombre tenia una reputación bastante mala, era un estafador pues había quitado tierras a costa de engaños a eso se debía su riqueza. Mi madre entra para sonreír disimulando toda su ira. .-Debo irme según parece, vendré al amanecer señor Breen, se despide de mi padre y después de mi. Es un hombre mayor que yo tendrá unos 30 años, su bigote es gracioso pero su mirada y presencia es imponente.

Se marcha acompañado de mi madre, dejándome a la deriva con mi padre. .-Padre escuchame porfavor no me hagas esto, no quiero casarme.

.-¡Niña tonta! casi lo arruinas, el es nuestra única esperanza para poder asegurarte un futuro a ti y tus hermanas. Mi madre interrumpe reclamando con su enorme boca.

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