capitulo 8 Rojo profundo.

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Me llevan a una habitación para que pueda pasar la noche, recorro los pasillos y la madera truena en cada paso que doy. Zalma me acompaña hasta aquel sitio, camino y pienso en mi madre y en lo mucho que me hubiese gustado conocerla. Es cruel no poder sentir dolor alguno pero para ello no puedo hacer nada.
Llegamos a la habitación y entro, me parece ilógico que a pesar de que jamas duermen en el cuarto se encuentre una cama, zalma se marcha y yo camino inquieta por toda la habitación observando cada rincón, la cama es grande y alta, sus sabanas son rojas oscuro con grandes cojines negros, me recuesto y mis pensamientos empiezan a brotar por toda la habitación, una ola de recuerdos me invaden, mi madre esta muerta, Valerius es mi padre y Jonathan es mi medio hermano. En que momento mi vida cambio tanto, en que momento me convertí en esto, un vampiro.
La noche empieza a transcurrir y el sueño me invade.
Abro los ojos de un golpe y la habitación se encuentra oscura, me pongo de pie y deslizo las cortinas para comprobar si aun no ha amanecido.
El cielo ha aclarado y creo que tengo que marcharme, me observo en el espejo todo ha cambiado., en la casa hay un silencio total. -Acaso me abran dejado sola.
Bajo las escaleras y no parece haber señales de vida, abro la puerta y todos se encuentran afuera, algunos peleando entre ellos, se nota como un entrenamiento, otros beben de unas copas y ya me supongo lo que contienen.
-. Parece que el sueño desapareció.
Me dice Reyin detrás de mi.
-. Quiero irme a casa por favor.
-. Si lo aras, ve al auto te llevaremos.
Camino entre todos directo hacia el auto todos me observan detenidamente yo los ignoro, continuo caminando, un golpe y un quejido me sobresalta. Volteo para observar que ha ocurrido y mi corazón se detiene por un minuto, las manos me sudan y me paralizo por completo observando esos músculos torneados, la piel brillante ante la luz del día, el cabello castaño sedoso. Los ojos rojos de aquel hombre me observan directamente a los mios, no puedo mover ni un musculo de mi cuerpo, el sujeto al que golpea se levanta y se aleja de el en señal de rendición. Me observa por unos segundos y se coloca su playera negra cubriendo ese magnifico cuerpo, no me dice nada y entra a la casa, dejándome en completo shock, reconozco esos ojos y la forma de mirarme es el hombre del balcón.
A mis espaldas se encuentra Rous mirandome de una forma bastante furiosa, no comprendo el hecho de su enojo, Reyin sale de la casa y me indica que es hora de irnos, pero no quiero hacerlo, por un momento quiero quedarme aquí, el hecho de ver a ese hombre me ha hecho tener una nueva esperanza de vida. Jonathan vuelve a mis recuerdos y creo que ya mi hermano ha sufrido bastante con todas mis acciones, subo al auto y nos marchamos. El camino es tardado y Reyin no ha dicho una sola palabra, no se lo que tenga en mente, ya que ni si quiera me mira. Llego a casa y mi hermano no se encuentra pues su auto no esta, bajo del auto y Reyin baja el espejo de mi lado.
-. Nos veremos muy pronto, el tiempo corre, decide pronto.
Me deja parada frente a la casa y se marcha a toda velocidad, entro a la casa y la soledad esta de nuevo conmigo, decido subir a mi habitación y paso junto aquella habitación abandonada, giro la perilla y empujo la puerta muy despacio, rechina por la cantidad de tiempo que lleva cerrada, esta totalmente oscura, busco el apagador y enciendo la luz., hay un montón de cajas arrumbadas. 
Ante mis ojos, camino lentamente hacia ellas y el olor a humedad invade la habitación, una caja muy grande y con demasiada cinta adhesiva llama mi atención no me lo pienso dos veces y corro a la cocina por un cuchillo para poder abrirla. Tardo unos cuantos minutos destrozando la cinta y cuando logro quitársela por completo, siento mucho miedo de saber lo que hay dentro, me acobardó por unos instantes, inhaló hondo cobrando valor y la abro, observo detenidamente el contenido, pero un montón de ropa impide que vea totalmente, la saco cuidadosamente y noto que hay un par de blusas, mascadas y un vestido corto color crema. No cabe duda que es ropa de mi madre ya en malas condiciones debido al tiempo. Coloco la ropa a un lado de la caja y un álbum queda a la vista, lo saco de inmediato, al abrirlo una fotografía grande de mi padre y mi madre el día de su boda me hace sentir un vacío en mi interior, la tristeza mas profunda que hubiese podido sentir. Comienzo a llorar como una niña de 5 años a la cual le quitaron su juguete favorito y no encuentra el consuelo en nada, agarro mis piernas con fuerza, con el álbum en manos las lágrimas caen sin control, escucho unas pisadas acercándose. Pero segada por el dolor no quiero saber quien es.
-. Megan ¿que haces?
Al escuchar mi llanto mi hermano corre hacia a mi y se arrodilla tomandome en sus brazos y apretandome fuertemente, mientras yo lo abrazo sin parar de llorar, me quita el álbum y lo observa, suspira hondo y lo deja caer en la caja para ponerse de pie y ponerme de pie me abraza y acaricia mi cabello delicadamente apaciguando mi llanto.

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