5. El tratamiento

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¿Por qué todo tiene que ser tan complicado? Siempre, cuando las cosas parecen ir perfectas, llega algo que le da un giro completo a todo, algo negativo, que marcará un cambio, una nueva forma de ver las cosas. Donde todo lo que conocíamos, no será más igual, odio esto.

Por fin había encontrado algo por qué luchar, más bien alguien por quién luchar. Annie me había dado esperanzas, esperanzas de volver a sentir el amor. Ese amor que sentía antes que mis padres murieran, el que sentía con Annie de niños, un amor único, que no viene de cualquier persona. Es una sensación tan diferente que lo puedes distinguir. En fin, ese amor, lo volví a sentir cuando Ann regresó. Lamentablemente, mis acciones forjadas previo al regreso de Annie no fueron las más correctas, si bien me habían ayudado a salir adelante, en ese momento, me había quitado todo lo que me importaba en la vida.

-Puedo explicarlo- dije nerviosamente, pensando en las posibles repercusiones de su descubrimiento.

- ¿Consumes o vendes? -preguntó, con una mirada de decepción que me partía el corazón.

-Ann, de verdad lo sien...

- ¿Consumes o vendes?- me interrumpió. Podía sentir su acelerada respiración, mientras veía una lágrima bajar por su mejilla. Todo era mi culpa.

-Vendo- bajé la cabeza con arrepentimiento.

-Es todo- dijo Ann mientras buscaba sus cosas para irse.

- ¿No me vas a dejar explicártelo? -

-No tienes nada que explicar, está todo muy claro. -

En realidad tenía razón, no había justificación alguna para lo que hacía. Ni la pobreza, ni la falta de padres, nada justificaba trabajar en un negocio ilícito. Sin embargo, lo hacía, ni siquiera sabiendo el por qué. Y esa era la hora donde me arrepentía de haber entrado en el negocio.

El ver a Annie recogiendo sus cosas y limpiándose las lágrimas mientras abandonaba el lugar, es uno de los momentos más dolorosos que he vivido. No pude evitar llorar, lo único que tenía, se había ido, por mi culpa. Ni todo el dinero del mundo, llenaría el vacío que sentí en ese momento que perdí a Annie.

Yo debía cambiar, debía dejar el negocio, buscar un trabajo, y recuperar a Annie. Si no cumplía esto último, mi vida no tendría sentido alguno.

No sería fácil dejar el negocio, recién había recibido un ascenso, y Mórton ya estaba enterado de que me encontraría con él el viernes. Pero debía hacerlo, por Annie. Solo ella me importaba.

Sin pensar en las repercusiones que esto traería, llamé a Manuel a informarle:

- ¡Hola hijo! ¿A qué se debe tu llamada a esta hora?

-Hola Manuel, tenía que informarte de algo.

-Claro hijo, dime.

-Pues, no sé cómo decirte esto, pero, debo abandonar el negocio, de verdad lo siento mucho, pero, sinceramente, no puedo seguir con esto.

- ¿Estás loco Fabricio? - Dijo un poco alterado -Ya eres parte del negocio, eres uno de los mejores vendedores, y estás a punto de recibir el ascenso, ¿A qué se debe todo esto?

-Este negocio me quitó lo único que tenía, y si sigo aquí, jamás lo recuperaré.

- ¿Crees que eres el único al que este negocio le ha quitado algo? Pues te equivocas, todos sufrimos en este negocio, pero nadie abandona el negocio. Podrás dejar de vender, pero tus acciones te perseguirán toda tu vida, y las huellas que este negocio dejó en ti, no se borran tan fácilmente. En fin, te aprecio mucho hijo. Y voy a hacer todo lo posible por que no tengas problemas. De verdad es una lástima que nos dejes. -

Amor y CrimenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora