Apocalipsis Zombie: En busca de un lugar seguro (CANCELADA)

Rick y Greg

(Camila)

Estamos en el segundo piso, no es seguro tirarse por la ventana, es más, es una idea un poco idiota.

Tengo otro plan...

-Esperen- digo, deteniendo a Teresa, que estaba a punto de sentarse en el marco de la gran ventana para poner en marcha su plan.- Tengo una mejor idea, o eso creo-.

-¿Cual?- me dice Teresa retrocediendo, confundida...

-Quizás podríamos atar el hilo en las patas de las bibliotecas que se encuentran enfrentadas, a uno o dos metros de la puerta. Después podríamos abrir las puertas y escondernos. Así los zombies van a entrar, y al caminar uno o dos metros, tropezaran con el hilo y caerán, entonces ahí será cuando nosotras saldremos, pisando sus cuerpos y cerraremos las puertas. ¿Me explico?-.

-Es una muy buena idea- me felicita Romina.

-Si, eso creo- dice Teresa.

Ponemos en marcha mi plan. Estoy muy confiada, sé que va a funcionar.

Después de atar el hilo como dijimos, sacamos las cosas que pusimos arriba del escritorio, corremos el escritorio hacia el centro de la habitación, abrimos la puerta rápidamente y corremos a escondernos detrás de unos mapas que estaban desplegados en la pared izquierda.

Entran los primeros tres zombies, puedo reconocerlas, son dos chicas de mi curso que nunca me cayeron del todo bien, y una maestra, creo que se llama o se llamaba Denise. Ellas caen, provocando que los de atrás choquen con ellas y caigan también, formaban un efecto domino.

No puedo contenerme y se me escapa una sonrisa de superioridad. Mi plan funcionó. Era mejor que el de Teresa.

-¡Ahora!- digo, y corremos hacia la puerta, saltando sobre los zombies y evitando algún que otro arañazo o mordisco.

Logramos salir de ese lugar sanas y salvas, es ahí cuando cerramos la puerta y dejamos encerrados a los zombies.

Me tranquilizo un poco, pero no mucho. Sé que vamos a pasar situaciones peores afuera...

Al principio estoy un poco desconcertada, pero Romina parece saber el camino hacia el kiosco. Necesitamos comida, y de seguro, ahí también encontraremos cuchillos u otros elementos para defendernos.

(Romina)

-Por acá- digo casi en un susurro, sé que no hay que hacer tanto ruido, aunque parezca lo contrario... lo sé.

Caminamos hacia la puerta que nos dejará ver la luz del día. La puerta que separa los pasillos con los salones de la escuela, con la dirección, la secretaria, la preceptoria, etc...

Antes de abrir la puerta, Teresa saca del bolso las dos tijeras que encontramos y el cúter. Teresa se queda con el cúter, ella es la más masoquista de las tres, así que tiene más firmeza, concentración y facilidad para atacar, por suerte los dedos que se dobló son los de la mano izquierda, y ella es diestra. Cami y yo nos quedamos con las tijeras. Nos colocamos las tres en posición de defensa, Teresa se coloca adelante y abre la puerta.

Abre la puerta y retrocede algunos pasos por precaución, así que nosotras la imitamos.

Por suerte no hay ningún zombie del otro lado, así que avanzamos atentas.
La tensión se siente en el aire, en cualquier momento un zombie puede acabar con nuestras vidas.

El pasillo es una especie de balcón, se pueden observar de un lado los salones, y del otro lado, el patio de abajo.

Nos asomamos por el balcón y nos encontramos con un panorama deplorable. Sillas y mesas rotas, comida tirada por todos lados, zombies comiendo restos de personas, una de ellas es mi hermana...