Tres

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A la mañana siguiente llegas a tu nuevo trabajo.

—Buenos días—. Anuncias al cruzar la puerta.

—Buenos días, TN—. Contesta Narsha.

—¿Cómo sabe mi nombre? No recuerdo habérselo dicho ayer.

—Esa pequeña que se encuentra clasificando granos me lo dijo—. Dice, señalando a Sunny, que se encuentra frente a un dispensador con varias secciones y a sus pies hay varios costales de café.—Deberías ir a ayudarla.

Sigues la orden y saludas a tu compañera.

—Hola, Sunny.

—¡Oh, hola!— Contesta animadamente.

—¿Necesitas ayuda?

—¿Sabes clasificar granos?

—No, pero dijiste que me enseñarías.

Ella te sonríe.

—En estos sacos hay 6 tipos de granos de diferentes lugares, tenemos granos de Etiopía, México, Brasil,Jamaica,Colombia y Hawaii.

—Vaya...

— Se clasifican generalmente por su sabor, acidez, contenido y cuerpo.

—Sabes mucho sobre café.

—¿Por qué crees que trabajo aquí?—Dice feliz.—En fin,—Prosigue.— Aquí dividimos los cafés en tres categorías: los que no tienen mucha cafeína, los que tienen un sabor suave y los que tienen uno fuerte.

—Entiendo.

—Comencemos con los de Brasil. Los Minas Gerais tienen un sabor Fino y suave. Pásame su costal, por favor—. Ella toma un banco que está cerca y se sube en él para poder alcanzar la tapa del mostrador.

—Eeemm...si quieres yo meto los granos.

—¿Me estás diciendo enana?—Pregunta, con un gesto de tristeza.

—¡No, no!

Su risa suena por el lugar.

—Está bien. Soy consciente de mi estatura. Vale, yo te paso los costales—. Se baja del banco y trata de jalar un costal, pero sólo es capaz de hacerlo unos poquísimos centímetros, pues es pesado.

—Aaamm...¿sabes qué? Mejor sigamos como antes.

Comienzan el trabajo. Tú pasándole los granos y ella tomándolos con una pala para meterlos en su respectivo sitio.

—Y...—Comienzas a decir, para sacar un tema de conversación.—Ese chico que estaba contigo ¿qué era? ¿Tu novio?

—Sí: Sungmin.

—Parecía molesto...

Ella se queda callada un segundo.

—Sí. No le gusta que lleve perros cuando voy con él.

—¿Llevas muy seguido a tu perra?

—Aisha no es mi perra.

—¿Entonces?

—Soy voluntaria en un refugio de animales y suelo sacarlos a pasear.

—Oh, ¿o sea que te gustan los perros?

—Soy lo que llaman "Una amante de los perros"—. Se ríe en un tono bajo.

—Parece que tu novio es todo lo contrario...

—Así es él.

—...Sé que no es de mi incumbencia...—Empiezas después a decir.— Pero...no me pareció correcto que te gritara...

Perros y caféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora