Capítulo 1

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Me despierto por la mañana temprano. El sol reluce desde la ventana de mi habitación, y me detengo para observarlo y ver el magnífico día que hace. Me visto con mi vestido rosa favorito y me recojo el pelo con un moño desenfadado pero elegante a la vez. No me maquillo apenas, pero resalto mis ojos con un poco de rímel y mi pintalabios a juego con el vestido.

Salgo de mi habitación cuando veo que estoy lista y bajo a la cocina para preparar mi café de cada mañana. También aprovecho para calentarme una tostada y acompañarla con mermelada.

Hoy estoy más contenta que nunca. Supongo que será porque hoy nos mudamos a otra ciudad. Mis padres no me han comentado donde será, porqué quieren mantenerlo en secreto, y en cierto modo, se lo agradezco, porqué me encanta que me sorprendan.

Pero por otra parte estoy triste por tener que irme lejos de mis amigos de toda la vida. Hemos formado grandes lazos y separarme de ellos va a ser la tarea más dura. Me han prometido que hablaremos lo más seguido posible por videochat, y si pueden, me vendrán a visitar a donde quiera que esté.

-¡Buenos días cielo! -Dice mamá saludándome con una gran sonrisa. -Vaya, si que te has levantado temprano.

Mi madre es la mejor persona que conozco. Desde que era pequeña, hemos tenido un gran vínculo. Nunca nos separamos. Me acuerdo cuando me venía a buscar al colegio y pasábamos toda esa tarde juntas. No importaba que hacíamos, si nos íbamos al parque del al lado y hacíamos mil y una tonterías o optábamos por ir a la biblioteca para que me leyese un libro. Siempre se nos hacía tarde, y llegábamos a la hora justa de cuando papá venía de trabajar. Puede ser ese el motivo por el que no pasaba tanto tiempo con él, por su trabajo, y en cambio, tuve la fuerte relación con mi madre.

-¡Si, es que estoy muy emocionada! -le contesto abrazándola.

-Me alegro mucho Sofía. Oye, ¿ya has preparado tu maleta? ¡Date prisa que salimos en menos de media hora! -Me contesta dando palmadas al aire.

-Es verdad, ¡La maleta! ¡Vuelvo enseguida mamá! -Grito mientras me acabo el desayudo y subo por las escaleras.

Mientras me dirijo a mi habitación a prepararla, veo a mi padre caminando y hablando por teléfono mientras me da una señal para decirme que le de un segundo mientras me devuelve la sonrisa.

Papá siempre está ocupado con su trabajo. Es abogado, y eso hacía que pasara tantas horas en el despacho en vez de conmigo. No se lo tengo en cuenta, porque siempre que volvía del trabajo venía a mi habitación a jugar conmigo a las muñecas y cuenta se hacía de noche, me traía un vaso de leche caliente y se acurrucaba un rato conmigo mientras me dormía en sus brazos.

-Si, si si... ¡Ahora mismo nos vemos! -Cuelga el móvil y se acerca para darme un beso.

-Buenos días chiquitina, ¿Ya estás preparada? -Me pregunta sonriente.

-Solo me falta poner mis cosas en la maleta y ya estará todo. -Le contesto mientras me acompaña a mi habitación para ayudarme. -¿A si que te han dado trabajo en ese lugar tan misterioso que os guardáis mamá y tú, eh? -Pregunto y nos reímos mutuamente.

Mi padre siempre va muy arreglado, pero hoy lo veo diferente. Se ha puesto un traje gris con una corbata que hace que resalte sus ojos azules.

-Ha sido toda una sorpresa. Mientras tu madre y yo hablábamos de vivir en el "lugar misterioso" que dices tú -no pude evitar reír cuando lo dijo así- Nos ofrecieron trabajo y no pudimos rechazarlo cuando vimos la oferta. -contesta relajado.

-Y ese lugar, ¿me va a gustar? pregunto con curiosidad.

-Gustar no. -rectifica- Te va a encantar.

Sonrío expectante y acabamos por fin de meter toda la ropa.

Bajo de nuevo las escaleras lo más rápido posible, y abro la puerta para entrar al coche donde me espera mi madre para irnos el aeropuerto. Que por suerte, no cae muy lejos de aquí.

MI MILLOR CASUALITATDonde viven las historias. Descúbrelo ahora