Mitad demonio...

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Asquerosos demonios,
mezclados con mundanos,
debemos extinguirlos,
pues nefilims somos.

07-06-1997

No escribí nada durante casi semana, porque la mayor parte del tiempo estuve leyendo o jugando con las piedras de luz mágica que nos regalaron a Izzy y a mi. No pasó nada digno de destacar, pero hoy sí ocurrió algo.
Fuimos a comprar con mamá a un supermercado mundano. Me dijo qué debo conocer más del mundo.

Cuando terminamos de hacer las compras ella pago, y yo me quedé mirando una «tevelisión» o algo así. Fueron los «cocermiales» (o «comerciales», no recuerdo bien) y ví a un hombre lobo comprando no sé qué cosa. Cuando levantó la mano para agarrar algo de un estante, se le cayó un frasco con líquido naranja. Lo atrapé antes de que cayera al piso y se rompiera.

Cuando el señor bajo el brazo le toque la pierna y le dije «Señor, se le cayó esto», y le mostré la botellita. Él me sonrío y se acluclilló hasta llegar altura. Quitó la botellita de mis manos y me dijo: «Gracias nefilim, me has hecho un gran favor». Yo asentí y tartamudé un «De nada», pero antes de poder terminar de hablar mi mamá vino y me alejó bruscamente del hombre lobo, gritándome que no lo toque. Yo no quería, pero ella me arrastró alejarme.

No me volvió a hablar desde ese momento, y no sé por qué, pero me da un muy mal presentimiento.

08-06-1997

Ya sé por qué tenía ese mal presentimiento. Hoy, después de comer, mamá me llevó a la biblioteca, y me mostró un libro con poemas. Dice que lo leía cuando tenía mi edad.

Había empezado leerlo, pero ella interrumpió mi lectura y señaló un poema qué dijo qué debía aprender de memoria. Asentí, pensando que me gustaría, pero cuándo comencé leer me dio miedo.
Hablaba sobre los subterráneos y los insultaba. Decía que eran monstruos sin corazón y sin alma. Cuando terminé dije «Mentira».

Seguro que mamá me lo había mostrado para que diga eso, pero hizo un gesto de asco y me dijo «Todo lo que dice aquí es pura verdad, ¿entendido?». Yo dije que si con la cabeza, pero igual no lo creía. Tengo que aprenderlo de memoria, pero no quiero. No quiero decir cosas que no son ciertas. No quiero. Pero mamá así lo ordena.
Debo hacerlo. Solo por ella.

10-06-1997

Tuve que aprenderme el poema. Todo bien.

Padre volvió de su trabajo en la Clave, pero mamá tuvo que ir en reemplazo. Así que quedamos mi hermana Izzy y yo con él (y con Hodge, pero él apenas aparece).

Yo no nunca estoy con mi padre, porque siempre se queja de lo que leo, de como me visto, de como hablo (dice que mi voz es muy infantil para un niño de casi siete años), de si respiro, si no respiro, de absolutamente todo lo que hago. Pero por algo hoy estaba distinto.

A la noche, nos sentamos en la sala, Hodge «trabajaba» escribiendo, tachando, dibujando, etcétera. Izzy dibujaba ángeles (que verdaderamente eran muy feos). Yo trataba de no hacer nada que molestara a mi padre, entonces leí el libro de poemas de mamá. Pero él no me prestaba atención. Estaba tomando de una botella con una bebida color manzana.

Después de un rato me cansé de leer y pedí permiso para retirarme a mi cuarto. Padre me vio y me dijo «Ese es el libro de poemas de tu madre... ». Yo dije que si, pero con miedo, su voz sonaba raro.

-Ven aquí, hijo -Yo me acerqué, con el libro en la mano-. Recita el de los subterráneos.

Yo lo dije miedoso, y me trabé en en estribillo,

«Asquerosos demonios, mezclados con mundanos, debemos extinguirlos, pues nefilims somos. »

Padre asintió bruscamente, y me preguntó que era lo que opinaba de eso. No quería mentir, así que le dije «No me parece bien, ellos también son personas. No hay que matarlos, podemos vivir con ellos.»

Creí que padre era distinto, pero no lo fue. En realidad si. Él me dijo «¿Eres estúpido, o no has entendido nada? ¡Eres una escoria!»
Me pegó un cachetada. Pero Izzy le dijo que no me pegara.

En ese momento me dolía no sólo la mejilla, sino también el corazón. Padre avanzó hacia Izzy, y le dijo «¿Me estas diciendo que debo hacer, hijita?»

Mi hermanita retrocedió con terror. Me miró y sus ojos brillaban.

Padre parecía que también pegarle, pero yo salté entre él y Izzy. Yo tenía la culpa. Ya me había pegado una vez. Una más no haría diferencia.

Me miró a los ojos, pareció como que hubiera cambiado lo que pensaba. Me sonrió y me dijo «Debilidad Lightwood, la familia siempre va primero. Tal vez me enorgullece.»

Hodge le dijo a mi padre que parara. Luego nos ordenó que fuéramos a dormir. Mi hermana temblaba de miedo, así que traté de calmarla.

Dormimos en la misma cama, y traté de no despertarla, porque cuando se durmió empecé a sollozar. No sabía que padre pensara así de los subterráneos, y también de nosotros.

Cuando sea grande me iré a vivir con Izzy a algún lugar donde no nos encontraran. Solo yo y ella. Nadie más.

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Mis disculpas si a alguien no le gustó, pero es algo que pasa (digo, sucede, como odio a Maryse).
Siento pena por Alec, pero yo no escribo esto, lo escribe él (?

Muchas gracias a LunaSangrienta4 y a alexndramontoya por seguir la historia n.n

Xao a todos y todas, a los chicos que leen esto y a tu gato. Un beso a tu madre y dale las gracias a tu perro por cuidar de tu casa.

¡No os comáis los mocos!

Stonie~

El Diario de un Lightwood más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora