Música en las sombras (Nico Di Angelo)

7. Don Musical

CAPÍTULO 7 "Don Musical"

P.O.V. Daphne

-Te lo juro que estaba por aquí Daph-

Percy me había despertado a las cuatro de la mañana porque había visto un monstruo adentrándose por el bosque, casi lo mataba cuando me despertó pero lo seguí, no la pasamos una hora siguiendo su rastro. Por rastro me refiero a baba de monstruo, pero ahora se había perdido el rastro y estábamos a mitad del bosque, aunque el sol ya estaba empezando a salir, yo me encontraba muy irritada ya que me había despertado de mi sueño.

-Ya nos perdimos ¿Verdad Percy?- le pregunte enojada.

-Claro que no, yo lo vi, te lo juro, era un alacrán del tamaño de un rinoceronte-

-Por los dioses Percy estoy segura de que tu solo lo hubieras podido a ver matado perfectamente en un abrir y cerrar los ojos- conteste luego bostece.

-Probablemente pero ¿de que me hubiera servido yo ya se matar monstruos? En cambio tu no- concluyó Percy mirándome con sus ojos verde mar de foca bebé.

Después de otra media hora dando vueltas por el mismo lugar, Percy se sentó en el suelo comenzó a decir.

-Me muero de hambre, donde están mis gomilonas azules cuando las necesito, siempre tengo unas en el bolso de mi pantalón-

-y si le preguntas a esa ninfa ¿Cual es el camino para volver al campamento?-

-¿Que? No, no nos hemos perdido yo sé exactamente en donde nos encontramos- dijo Percy tercamente.

-Solo acepta que nos perdimos Percy-

-Nunca-

-Hombres- murmure.

Y claro nos habíamos perdido estuvimos en el bosque otras dos horas hasta que Percy admitió que no tenía ni idea en donde se encontraba y llamó a la señora O'leary (un perro del infierno amigable gigante) para que nos llevara al campamento, y si yo me había robado sus gomilonas azules, se lo merecía nadie interrumpía mi descanso.

En la tarde estaba en mi cabaña que encontraba extrañamente vacía ya que generalmente al menos había una persona en la cabaña, estaba muy aburrida, entones vi los instrumentos musicales que colgaba de la pared había muchos, antes de entrar al manicomio yo tocaba mucho instrumentos diferentes ya que para mi era muy fácil, aprendía en menos de un mes, sabia tocar piano, violín, guitarra, bajo, arpa, bandolón y la flauta. Pero cuando entre al manicomio no nos dejaban usar instrumentos de música así que no estaba segura de que lo hiciera bien.

Agarre el violín y comencé a tocar era una canción muy tranquila, nunca la había escuchado pero era tan tranquila y arrulladora no sabia cuanto tiempo había durado hasta que sentí que alguien me agarro del hombro me dijo:

-Alto, si no dejaras a todo el campamento inconsciente durante meses.- era un muchacho rubio.

-¿De que hablas?- pregunte extrañada.

-De tu poder, el mismo que tenía otro de mis hijos que es famoso Orfeo-

Mire el joven que me estaba hablando, lo había visto en el manicomio el estuvo ahí durante tres meses pero repentinamente había desaparecido y al parecer nadie lo recordaba excepto Alex y yo, así que había llegado a la conclusión que probablemente ese muchacho fue un amigo imaginario o algo por el estilo, cuando lo conocí tenía un arrogancia y un ego súper alto, pero era muy gracioso y guapo, no podía creer que él fuera Apolo mi padre.

-¿De que hablas, papá?- le pregunte confusa.

-Ven a verlo por ti misma- me dijo sonriéndome quitándose sus gafas de sol, sus ojos eran azules.