Música en las sombras (Nico Di Angelo)

6. Captura La Bandera

CAPÍTULO 6 "Captura la bandera"

P.O.V. Daphne

Desperté tenía los ojos cerrados aun, pero un delicioso olor me envolvía esta recostado sobre algo sentí como una mano fría pasaba por mis rizos, abrí un poco mis ojos me di cuenta que estaba sobre alguien. Después de pensar recordé que ese alguien era Nico Di Angelo y probablemente el era el que estuviera jugando ahora con mis rizos ¿Porque? Si el odiaba el contacto físico.

Lo voltee a ver nuestras miradas se encontraron el soltó rápidamente mi cabello y se ¿Sonrojo? No, no creo Nico no parecía del tipo de chico que se sonrojaba, Nico era de esos chicos que nunca mostraban sentimientos y mucho menos se sonrojaban. Me separe de él e intente alisarme la ropa aunque estaba llena de arrugas y acomodarme el cabello porque había esponjado y parecía de eso peinados que usaban las mujeres en los 80.

-¿Queriéndome impresionar?- preguntó con una ceja arqueada.

-No me hagas reír Di Angelo- lo voltee a ver estaba mas despeinado que siempre. Y si se puede más.

-Deja despertar a Leo- dijo él.

-Espera yo lo hago- sonreí traviesamente, Nico me miro raro pero no hizo nada para impedir que lo despertara.

Agarre un vaso lo llene de agua fría con mucha delicadeza y amor con lo que lo haría una amiga se le avente el agua a la cara, Leo abrió los ojos de golpe, se puso de pie y de sus manos comenzó a salir humor y grito:

-Argo ll se hunde sálvense quien pueda ¡Festo resiste! Malditos animales salvajes ¡Dejen mi barco!-

Yo y Nico nos miramos después nos a empezamos a carcajear, me di cuenta que era la primera vez que lo veía sonreír a Nico se veía más guapo que nunca parecía más humano, como si viera un poco de luz en el fondo de ese caparazón que tenía. Me dolía el estómago de tanto reírme, Leo al principio parecía enojado pero luego también empezó a reírse, y tan rápido como se había reído Nico regreso a su seriedad de siempre dijo:

-Bueno chicos váyanse a sus Cabañas que están estorbando mi día-

-Buenos días para ti también sombritas- comento Leo.

-Como si quisiera quedarme en esta cabaña diabólica- bufé.

-Que bien porque no quiero que te quedes, Reynolds- dijo él acercándose a mi mirándome amenazadora mente.

-No quiero que vuelvas a jugar con mi cabello, di Angelo-

Nico se quedo sin palabras, definitivamente se había sonrojado yo sonreí triunfante cuando le iba a decir algo súper Wow que le callara la boca doblemente, Leo interrumpió:

-Se gustan ya, pero si no dejan de ligar se acabara la comida y tengo hambre-

-¡No estamos ligando!- gritamos los dos al mismo tiempo. Después los dos nos fulminamos con la mirada.

-Embrujado ahora me debes una hamburguesa- dije.

-Por los dioses Reynolds que infantil eres ¿Cuantos años tienes? ¿cinco?

Antes de que pudiera replicarle a di Angelo, Leo me saco de la cabaña caminamos hacia el comedor para ir a desayunar.

Estábamos desayunando me senté a lado de mi amigo, vale uno no se puede sentarse en una mesa que no sea la de su padre divino, pero ni Quiron o el señor D se encontraban para comprobar si seguíamos las reglas, a parte era una regla tonta como si el mundo terminara solo porque me senté en otra mesa, Nico no se encontraba en su mesa.