2. La Nevada

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Tres días han pasado desde nuestro escape. Las autoridades nos buscan, no hemos comido o dormido bien y mi hermana aun no sabe sobre sus habilidades. Nos encontramos en un callejón maloliente y frío. Mi hermana camina en frente mio, estos últimos días nuestros papeles se han invertido; ella solía ser la fría, desconfiada y calculadora, yo solía ser la sonriente, animada y activa. Ahora apenas hablo, mi mirada esta siempre en el suelo solo hay algo que me mantiene moviéndome. La seguridad de mi hermana.

-¿ A dónde vamos ahora?- Winter se para en frente mío y me observa con esos grandes ojos azules

-no lo sé. Quizás a un refugio- le aparto con delicadeza y sigo mi camino -¿tienes hambre?- la miro y le toco el hombro. Se la respuesta y también la verdad, aunque de todas maneras pregunto

-no. estoy bien- me mira y me sonríe, yo le reprocho con la mirada que deje de mentirme -bien,¿ que quieres que diga? si Sumer, me estoy muriendo de hambre y tu frialdad e indiferencia no esta ayudando? o prefieres que te reproche el hecho de que tu mataste al único pariente que nos quedaba? te recuerdo que mas que hermanas somos gemelas. puedo sentirte- me mira y veo la sinceridad en ella, sonrío como puedo y la abrazo

-lo siento. es solo que temo que te hagan daño a algo peor- ella me mira confusa, no sabe a lo que me refiero. pero como saberlo? ella no sabe que puede controlar todo lo frió y tampoco sabe que puede mover las cosas telepáticamente o leer las mentes, tal como yo. ella no lo sabe, no sabe que si nos ponen las manos encima estaremos el resto de nuestra existencia dentro de un laboratorio

-¿por que me harían daño?- ella me mira expectante y yo solo puedo sonreír y negar con la cabeza. es mejor que o lo sepa, si lo sabe quizás se asuste y eso tal vez nos complique la existencia

-nada, solo yo y mis paranoias- ella sonríe y sigue caminando junto a mi

dejamos el callejón y caminamos por una calle un poco mas transitada. la sensación de que nos siguen me invade y comienzo a mirar sobre mi hombro pero no logro distinguir nada, cojo a Winter del brazo y me ordeno que camine mas rápido, y ahí lo noto; una figura alta y delgada con el cabello rojo se aproxima a una gran velocidad hacia nosotras. le digo a Winter que corra y ella obedece pero en ese instante choca con una persona o mas bien un poste, el es extremadamente alto y tiene unos hermosos ojos verdes y el cabello rubio.

-creo que las encontramos Addie- dice el inmenso chico y en ese instante la figura pelirroja aparece a su lado y ríe

-eso parece, llevemos las a la casa- dice Addie y me estira una mano.

-¿a donde no llevaran?- pregunta Winter con una voz tan aguda que me enfría los huesos

-no les haremos daño, somos como ustedes- mi mirada sigue fija en el inmenso chico, quien sonríe y me acerca a mi

-pruebalo- es lo único que sale de mis labios

el chico mira a Addie, quien sonríe poniendo los ojos en blanco, lentamente me doy cuenta de como todos a nuestro alrededor empiezan a quedarse quietos y los autos empiezan a flotar. mi hermanita se aferra a mi brazo y yo sonrío por dentro, si ella supiera de lo que es capaz no tendría miedo

-vienen?- el chico sonríe y veo como todo vuelve a la normalidad

-¡claro que si!- mi hermana acepta gustosa la invitación y yo solo puedo seguirla. manteniendo mi fría mirada en los dos extraños que acaban de aparecer en nuestras vida. me maldigo internamente por dejar que mi hermana reaccione tan abierta y descuidadamente, sin embargo no me quejo.

los tres caminan delante de mi, mi mirada sigue fija en el suelo así que debo activar todos mis sentidos para evitar caer o tropezarme, mi hermana habla de una manera descontrolada y por unos segundos no me interesa pero cuando mi nombre es mencionado junto con el de mi padre me cabeza se levanta violentamente.

-y entonces Sumer quemó a nuestro padre de un momento a otro...- no la dejo terminar

-¡Winter!- la regaño -no es necesario que lo cuentes con detalles- le digo molesta

-así que es por eso- dice el chico, del cual aun no sé el nombre, lo miro y sé que mi cara de confusión se puede percibir a leguas

-¿por qué es qué?- pregunta Winter, al instante sé que el chico lo sabe. sabe que Winter y yo tenemos poderes opuestos pero similares, y también que ella no sabe la existencia de los suyos. sin embargo habla con toda sinceridad

-tu hermana es muy poderosa, la sentí a leguas. por eso fue tan fácil encontrarlas- algo en su mirada me dice que habla con sinceridad, que no me esta mintiendo. así que lo dejo y vuelvo a mi antigua posición, con la modificación de que ahora él camina a mi lado

-¿por qué no se lo has dicho?- pregunta y siento su mirada en mi

-no quiero lastimarla, quiero que viva una vida normal- le digo sintiendo la sinceridad fluir a través de mi cuerpo

-sus poderes son únicos, nunca había sentido algo así. debes decirle, serian invencibles- me dice y noto que nos hemos quedado más atrás de la otra pareja

-no me importa. no quiero hacerle daño- mi tono exige el cambio de tema, sin embargo él no lo deja

-¿son gemelas verdad?- asiento levemente

-sí.-

-¿sus poderes son similares también?-

-supongo- lo miro y él me sonríe

-soy John-

-ya sabes mi nombre-

-sí, ya lo sé- pone un brazo alrededor de mis hombros y yo me estremezco

-¿qué haces?- pregunto

-te abrazo, ¿nunca te han dado un abrazo?- él me mira y por el brillo en sus ojos puedo decir que me encuentra patética -te encuentro todo menos patética- dice y me doy cuenta de que puede leer mi mente. levanto mis murallas y lo miro con cara de pocos amigos

-fuera de mi cabeza-

-me bloqueaste- me miro con los ojos muy abiertos

-puedo hacer mucho más que eso- lo miro y, por primera vez desde el asesinato de mi padre, sonrío

-me intrigas- niego con la cabeza y suelto una pequeña risa -así que... déjame adivinar. tu puedes controlar el calor, leer mentes y mover las cosas por medio de telepatía- asiento aunque no sepa a donde quiere llegar con eso

-sí, pero no se vale porque me leíste la mente- digo en tono burlón

-¿y tú hermana? ¿hace ella lo mismo?-

-casi, ella controla el frío en cambio del calor-

-entiendo-

continuamos y llegamos a una casa que ocupa casi dos cuadras y tiene mas de 10 pisos, John al ver mi cara de asombro me sonríe, toma mi mano y me conduce adentro. una vez allí una pequeña figura pelinegra me recibe con cara de alegría

-¡hola! mi nombre es Emily, un gusto- abro mis ojos y asiento rápidamente, no me gusta la gente me baja el animo y me desequilibra. al parecer John lo nota, o quizás leyó me mente, porque me leva lejos y me mete a un ascensor, mi respiración esta muy acelerada y para calmarme cierro los ojos

-bienvenida- dice él con una sonrisa

-gracias por sacarme de allí- le respondo cuando ya estoy más calmada

-me pasa lo mismo, sé que se siente- el ascensor se abre y el me conduce por un largo pasillo, abre una puerta y me deja ver el interior. la habitación es amplia tiene un baño privado, un sofá, televisión, una mesita de centro, un tocador, un armario repleto de ropa y finalmente una cama doble.

-¿y mi hermana?- me volteo a verlo y él asiente

-se instalo en la habitación de al frente. podrás ir cuando quieras- él deja mi mochila en el medio de la habitación y luego se acerca a mi.

-bienvenida a casa Sumer- planta un pequeño beso en mi mejilla -mi habitación esta contigua a la tuya, ven cuando quieras- vuelve a dejar otro beso en esta y yo solo puedo sonreír como tonta y quedarme allí. inmóvil.


Como Fuego y HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora