Cuestión de hermanos

48 1 2
                                    

Diario de Jacob

Ayer a la entrada de la Adam me había dicho que Alice era su nueva vecina, es extraño, porque no recuerdo haberla visto, se supone que ella llego el mismo día en que yo fui a la casa de Adam cuando me mostró la lista, sin embargo, no vi ningún carro de mudanza y hasta donde sabía esa casa llevaba en venta unos tres meses.

Bueno, justo me dirijo a la casa de Adam, debemos hacer un trabajo, y yo siempre hago grupo con él, lo cual molesta a los demás, ya que todos quieren trabajar con Adam, pero él siempre me prefiere a mí porque sabe que soy inteligente y conmigo evita distraerse tanto.

Llegando, tuve la curiosidad de ver hacia la casa de Alice, era bonita, colorida, y alcanze a ver un cuarto superior pintado de rosa, me pareció que esa era la habitación de Alice.

- Hey, emo enamorado, estoy esperando a que entres.

Era Adam, llevaba parado frente a él un rato y ni lo había visto por estar buscando en las ventanas de en frente si Alice se asomaba.

- No fastidies oxigenado - respondí para molestarle, siempre le digo así para enfadarlo y evitar que me moleste.

- ¡Que soy rubio natural! - dijo, casi gritando.

- Mentira... - dijo Ale que justo estaba pasando por ahí en ese momento.

- ¡Ahora si pequeña, ven aquí! - le respondió Adam con una risa burlona,

Y como de costumbre se comenzaron a perseguir por toda la casa, Ale escondiéndose tras los muebles y Adam tratando de hacerles cosquillas como si de un castigo se tratara.

- ¿Adam, vamos a trabajar o no? - dije, algo aburrido de verlos perseguirse tanto.

- Un momento, espera a que atrape a esta traviesa - me dijo Adam, un tanto agitado - ¿Puedes ir subiendo y sacar de mi mochila los libros que necesitamos para la tarea?

- Claro - dije, y subí a la habitación de Adam, quedaba en la parte frontal de la casa en el segundo piso, junto a la habitación de Ale.

En ese momento, mientras buscaba los libros en la estantería de Adam, sin querer observé de reojo la casa de en frente, y la vi, allí estaba Alice, hablaba con alguien, o algo, era negro, y ella comenzó a acariciarlo, me dio un escalofrío por todo mi cuerpo cada vez que ella acariciaba ese curioso bulto.

- Bueno, ya atrapé a esa loca ¿Tienes los libros? - fue Adam, de nuevo.

- Sí, el de biología y física, pero no encuentro el de química - dije sacudiendo la cabeza para olvidarme de Alice un momento.

- ¿Qué mirabas con tanta curiosidad por la ventana? - preguntó Ale curiosa, en un tono burlón.

- ¿Acaso me estas vigilando? - pregunté

- No, pero mientras escapaba del oxigenado, miré hacia el cuarto y te vi asomandote a la ventana.

Pálida entrometida, ¿Qué acaso ella no sabe respetar la privacidad?

- ¡Joder, que soy natural! - dijo Adam

- ¡Aja sí! Y yo estoy bronceada - dijo Ale, en alusión en que ella parece tener piel de vampira, muy pálida.

Y empezó a reír Ale a mas no poder en el piso, retorciéndose por las cosquillas que su hermano le causaba.

- Lamento incomodar - interrumpí - pero como es que ustedes se llevan bien, si siempre pelean...

- Pues somos hermanos, obvio que en algún momento vamos a pelear - me contestó Adam

- Ya sé, pero es que siempre dicen que los hermanos se odian, pero ustedes, al pelear, no lo hacen con odio, más bien es cariño.

- Yo soy mujer - dijo Ale - mi hermano es hombre, y me trata con delicadeza, y yo lo fastidio a él tranquilamente.

- Nosotros somos diferentes hermanos - me dijo Adam algo serio - pero nos queremos, muy por fuera de la edad, tamaño, inteligencia, género, quien es mas rubio, no nos importa, nos queremos. Yo amo a esta pequeña y linda vampira cosquilluda y no se diga lo contrario.

- ¡Aw! - dijo Ale - gracias mi oxigenado, musculoso, tarado y guapo hermano

Ese momento, fuera de mi común manera de ser, me conmovió, se abrazaron con mucha fuerza, fue cursi, pero fue un momento agradable que me gustó ver.

- Pero nunca nos dijiste que mirabas por la ventana - dijo Ale curiosa.

- Ya dejalo tranquilo vampira, si no quiere que no lo diga - me defendió Adam

- Calla bronceado falso - le dijo Ale - yo se que tu también quieres saber

Y empezó la persecución ya conocida y rutinaria de ellos dos, nunca los entenderé, os lo juro.

Miré por la ventana una vez más, y Alice ya no estaba en la ventana, eso me fastidió un poco, quería saber con quien estaba, y porque le acariciaba la cabeza, ¿Sera su novio?, no lo se, pero por algún motivo no estoy seguro de querer saber la respuesta.

- ¿Jacob? - me preguntó Adam - ¿Sabes donde puedo encontrar un jarrón chino antiguo a esta hora?

Rompieron algo, otra vez...

Todos se pueden enamorarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora