Diario de Alice:
Querido diario:
No termino de creer lo que hice, no me creo aún lo sucedido y eso que lo viví yo misma, tan insegura decidí preguntarle a mis amigas que hacer, pero se habían ido, así que solo me quedaba preguntarle a la chica mas cercana que conozco y con la que guardo mas confianza.
- Hola mamá, debo preguntarle algo de chicas a la que le guardo más confianza...
- Claro hija, no me lo preguntes dos veces, ¿En que quieres que te ayude?
- No, tú no, Alejandra, la vecina de al frente
- Pero si yo soy la más cercana a ti, tengo 38 años de conocimientos y te tuve durante estos últimos 16 años, ella la cabras de conocer hace unos meses y tiene 12
- Tiene 14
- Igual
- ...
- ...
- Bueno mamá me voy, adiós
Lo sé que eso fue un tanto cruel, pero es que sinceramente prefiero discutir mis pensamientos con una adolescente y obtener un diagnostico femenino juvenil de esta antes de hablar oficialmente con mi madre de lo sucedido, aunque ella tiene razón en que, es raro que le pregunte a una chica de 14 años para que resuelva problemas de una chica de 16...
- ¡Vampira devuelveme mi maleta!
- ¡Nunca oxigenado!
- Alejandra, de vuelvele la maleta a tu hermano
- ¡No! Él se terminó mi chocolate, esta es mi venganza
- ¡Eres una vampira infantil!
Eso fue lo primero que escuché al estar frente a la casa, entonces supe que eran Ale y Adam peleando, como suelen hacer a diario, me dan risa, parecen payasos persiguiéndose, a veces desearía tener un hermano menor.
- Hola Alice ¿Que te trae por aquí? - dijo Alejandra abriendo la puerta
- ¿Como sabias que estaba aquí si no toqué el timbre?
- No lo sabía, salí a lanzar la maleta de Adam a la calle para que un carro la arrollara
- ¡Te atrapé! - dijo Adam saliendo de casa y cargando a su hermana
- Adam, soy delgada pero no soy un poste que puedes levantar como quieres
- Devuelveme mi maleta
- ¿Interrumpo? - pregunté tímida - no se preocupen por mí, creo que mejor me voy
- No, no interrumpes nada importante - me respondió Ale - ven, entra
- Hola Alice querida
- Buenas tardes señora Thompson
- ¿Que te trae por aquí?
- Solo vine para hablar con Ale un rato
- Claro, bueno debo salir, ya regreso en un rato
- Adiós mamá - dijeron Ale y Adam en unísono
- Bueno, y... ¿Querías hablarme de algo? - preguntó Ale ansiosa
- Sí
- Sobre que, ¿Me puedes decir?
- Pues, no quiero hablar de eso frente a tu hermano
- Ok, me voy, ya se cuando no me quieren aquí - dijo Adam, tomado sus cosas y subiendo a su habitación
- Ahora, ¿De que querías charlar?
- De Jacob
- Este... creo que te equivocaste de hermano, yo no se nada de él
- No, no debes saber nada para ayudarme, es sobre algo que sucedió hace un rato al salir de la escuela.
- Ok, entonces, cuéntamelo todo y exagera
- Oye, hablamos de un chico común, no es un chisme ni hablamos de ofertas, aunque hay unas botas en el centro comercial que me encantan...
- ¿Las negras?
- Sí
- Esas me encantan, son hermosas, pero mi madre no me las quiere comprar por ser muy, caras y además dice que soy muy menor...
- Creo que nos desviamos un poco del tema - dije entre risas
- Sí, bueno, cuentame lo sucedido
- Pues, estaba con mis amigas, y nos encontramos con Jacob, ellas le dijeron Jake y...
- Espera, ¿Le dijeron Jake?
- Sí, así fue
- ¿Pronunciaron la "e" como "i"?
- Sí
- Primero: Tus amigas son unas atrevidas, segundo: era obvio que se iba a molestar
- Espera, como sabes que se molestó, no lo dije en ningún momento
- Si, pero es que así es como Verónica le decía a Jacob cuando...
- ¡Vampira callate! Sabes que no debes hablar de Verónica con nadie - gritó Adam desde el segundo piso
- ¿Como es que él supo de quién hablabas si está arriba? - pregunté
- El techo bajo el que estamos, aunque es grueso, es de una material fino, y además esta hueco, así que se escucha hasta arriba, y el cuarto de Adam queda sobre la sala
- Entonces mejor te digo lo que pasó en tu cuarto - dije fastidiada
- ¡No es justo! - volvió a gritar Adam - me quedo con la curiosidad
- No te metas oxigenado, esta es una conversación de chicas - dijo Ale
Subimos al cuarto de Ale y nos aseguramos que no se escuchara lo que habláramos
- Bueno, pasó, que para parar su discusión, yo fui hacia Jacob y le di un beso en los labios
- ... - Ale tenía cara de sorprendida, y se nota que no sabía que decir
- Yo solo quería darle un beso en la mejilla, pero él se movió, no me di cuenta y, pasó...
- No te creo
- Pues sí, lo extraño, es que él no dijo ni hizo nada, solo se me quedó mirando, sonrojado
- Pues, no sé que decirte, suena serio
- ...
- ¿Y por qué no quieres que lo sepa Adam?
- Es que Adam se pondría súper loco con esto, y si le menciona el tema a Jacob, él creerá que soy una soplona, y m odiara más que ahora
- No creo que te odie por un beso - dijo Adam desde la puerta
- ¡Oxigenado! Eres un chismoso - le dijo Adam histérica
- No se preocupen, no le diré nada, a menos que él me lo cuente, fingiré estar sorprendido y listo.
- Gracias - le dije sonrojada por la vergüenza
- No te preocupes, somos amigos, no diré nada
- ¿Algo más? - me preguntó Ale
- ¿Que debería hacer?
- Pues, con mi vasto conocimiento romántico de una adolescente de 14, basado en libros juveniles y peliculas románticas por supuesto, supongo que debes esperar a que se aclaren las cosas, y una vez estés segura de si se gustan mutuamente o fue solo un malentendido, ya sabrás que hacer.
- Sí, justo eso - dijo Adam
- Ok, confio en ustedes
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Todos se pueden enamorar
Novela JuvenilLa historia de Jacob, un chico que hace mucho se volvió negativo, pensativo, casi un emo, cuyo amigo Adam trata de hacerlo ser algo más sociable. Los intentos fallan hasta que una curiosa chica llega de intercambio en quinto de media, ella parece se...