Sipnosis

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Ella estaba apunto de lograr su objetivo después de todo ese tiempo, queriendo ese jodido capricho y al fin estaba cerca, pero no todo seria fácil, Alfonso (o Poncho como ella le decía) era sensato no accedería tan fácil y ella lo sabía, pero de un modo u otro lograría su objetivo; perder su virginidad con su ídolo.

Nunca pensando que un capricho, traería un consecuencia.

Sonrió, estaba terriblemente emocionada, es que, como no emocionarse estando solo a minutos de conocer a mi ídolo, había llorado tanto por esto y hoy por fin lo haré realidad, Poncho había venido a Monterrey a promocionar su nueva serie "El Dandy" e iba hacer una convivencia con los Fans y luego una rueda de prensa, revise mi atuendo, unos pantalones cortos, shorts, mezclillas, unas sandalias, una remera que decía "Ponchito Mi Amor". Sonreí de nuevo, no, él podrá resistirse a mi, no, tenía que lograrlo y por fin estaba tan cerca, la fila avanzaba, entraría sola, había venido sola, así que ¿qué más daba?, muchas fans salían llorando y todo por el estilo, sabía que sería duro, siempre me había imaginado este momento, como algo imposible, pues, mírenme ahora, en la fila esperando a entrar, miré detrás de mí, nadie, era yo la última, ¿lindo no?, dicen que las últimas siempre tienen el beneficio de pasar más tiempo con Poncho, desde que tenía quince años había soñado, sueños mojados con él, si, eróticos, y ahora con diecisiete años, unos diez meses más dieciocho años, sabía lo que quería, y era que, él me quitara la virginidad. Sonreí abiertamente, viendo como la chica de adelante mío entraba sollozando, ya me tocaría a mí. Dos minutos después la chica salió llorando, con su mano en el corazón y corrió hacía su mamá, esa escena me conmovió por completo, mi mamá nunca me acompaña a estás cosas, menos mi papá.

Sentí que alguien tocaba mi hombro.

Guardia: Señorita, su turno -dijo el amable señor-.

Annie: Gracias -le sonreí. Él me sonrió y me dejó pasar-.

Mientras más caminaba por el gran pasillo, más mi corazón se aceleraba, no, no, no, ¡lágrimas no!, sabía que sería muy vulnerable, pero quería aguantar, sabía que podía, entonces entré.

Ahí estaba, tan hermoso como siempre, mis piernas me fallaron al caminar, sentía como mi respiración se volvía lenta, volví a sonreír, sabía que esto era solo el comienzo, no de algo romántico, no, de algo excitante, de alguna forma lo lograré, lo sé, es un capricho, un capricho, y como caprichos se llaman, sé que es indudable que lo conseguiré.

Entonces, él me sonrió.

Hola Chicas, mi nombre es Melissa soy de Ecuador, espero les guste mucho, que comenten que tal les pareció y voten. Gracias😘

Un pequeño capricho, una gran consecuencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora