Realmente no se me ocurre nada de lo que él querrá, no puedo pensar, mí mente apenas avanza con lo que él me ha dicho, reacciono rápidamente y me encamino hacía mi dormitorio, empiezo a ver mis vestidos ahí, rojos, celestes, verdes, rosas, ¡Caray! no me gustan Antes te gustaban mi subconsciencia de nuevo molestando, que se joda quieres verte especial está noche, sólo por él oh, claro que lo quería, lo deseaba cada vez más.
Cuando se mordía los labios, cuando se revolvía el cabello, cuando me miraba y esa mirada había un brillo especial que me costaba descifrar y hacía que mis piernas parecieran gelatinas estás enamorada de él si, oh Dios, si, lo estoy, al principio creí que era obsesión, capricho, pero luego entendí que no, que no era nada de eso y estaba feliz, no quería encapricharme nunca más.
¿Realmente esto era bueno? sí, ya no pienses tanto Anahi. De pronto mí vista se dirigió hacía el vestido que estaba colgado en una bolsa que lo cubría transparente, ese era el vestido que mí mamá me trajo de Monterrey, lo miré, era verde con destellos azules y pequeñas piedritas, hermoso, sin duda. Era largo, se apegaba a mí cuerpo, tenia un escote en la espalda,lo puse encima de mí cama y fui a buscar las toallas y así entrar a bañarme.
El agua caliente golpeó suavemente mi rostro mientras se dirigía con una suave rapidez hacía abajo, sonreí, me estaba relajando y eso era bueno, empecé enjabonarme pasándome la esponja por todo el cuerpo, dejando burbujas por ahí. Luego el champo de Jazmines, realmente era delicioso, empecé a esparcírmelo por todo mi cuerpo, relajándome sorpresivamente cada vez más.
Poncho realmente había sido muy culto al decirme las cosas, sólo me dijo aquello y se fue, sin dejarme responder, no quería darle importancia. Al salir de la ducha caminé hacía mi dormitorio, me puse un conjunto de ropa interior azul, me puse crema en las piernas, brazos, pecho, estomago, por todo el cuerpo, luego me deslicé en el vestido, acomodándolo perfectamente en mí cuerpo, me senté en la cama así y ponerme los tacones negros.Sonreí satisfecha al verme en el espejo, comencé a peinarme y maquillarme.
Me encaminé hacía el salón donde estaba anteriormente, y donde Poncho me dejó aturdida, sonó el timbre, miré la hora en el reloj, Poncho siempre demoraba como media hora máximo, sorpresivamente no era él, sino Ruth, quien sostenía a la niña, le sonreí cuando ella me miró sorprendida por mí atuendo.
Ruth:Oh, te ves hermosa Anny -me dijo, me sonrojé dejándola pasar. Aitana me miró y sonrío, quería que la sostuviera, Ruth me la paso-
Anny: ¿Dónde está Alfonso? -le dije, ella sonrió misteriosamente-
Ruth: Me llevo a Aitana para que te la trajera, mientras él hacía unas cosas -sonrió dejándose caer en el sillón- realmente estás hermosa está noche -me halagó nuevamente, sentí que mis mejillas se volvieron a calentar-
No pasó más de 10 minutos cuando tocaron el timbre nuevamente, me moví nerviosa hasta la puerta, Ruth se había ido con Aitana a comprar algo para la cena. Cuando la abrí me encontré con un Alfonso totalmente cambiado.
Traía un traje.
Le sonreí viendo como el dirigía su mirada de arriba hacía abajo, mirándome, mientras entreabría su boca, le sonreí nerviosamente mientras sentía como me desnudaba con la mirada.Poncho:¡Wow!...eh...Anny, te ves...hermosa -dijo mirándome ahora los ojos, le sonreí abiertamente-
Anny:Bueno, tú no te ves para nada mal -le dije, él sonrío contento con mí halago-
Poncho:Gracias -susurro. Me ofreció su mano- Si me permites -dijo, asentí y él tomó mi mano. Los nervios volvieron aparecer cuando tomé su mano, Dios de mi santa madre, se sentía bien, raro, muy raro después de tanto tiempo, pero bien, increíblemente suave y me encantaba-
En silencio bajamos hacía el vestíbulo, donde habían muchas personas ahí, nos vieron, ellos estaban acostumbrados a ver a Poncho, asintieron viéndonos sorprendidos por nuestras manos entrelazadas, salimos y la manada de periodistas nos sorprendió, entonces a cada lado de nosotros se encontraban guardias y los guardaespaldas de Poncho, suspire, esto también se me estaba haciendo costumbre los flashes y todo aquello.
Sentí como Poncho suspiraba nervioso, lo miré y le sonreí, dejándole claro que estaba bien, era su vida, y sí yo quería estar con él, tendría que aprender vivir con esto.
Mientras íbamos en el auto manejado por Mario,a un lugar en el cual no tenía ni idea, nosotros hablábamos animadamente, sentía que era como antes y eso me encantaba. De pronto el coche paró, me sentí nerviosa de pronto.
Jadee.
Estábamos en una especie de campo, pero un campo maravilloso al aire libre, ¿tendríamos una cena al aire libre?, Poncho emocionado tomó mi mano y salimos del auto, me sonrió, entonces empezamos a caminar, perdiéndonos por ahí, entre los arbustos.Anny: ¿Alfonso? -le dije. Él se giró y su sonrisa me robó el aliento, se me olvidó por completo que iba a decir- olvídalo -le dije y comenzamos a caminar- ¡espera llevo tacones! -le dije, él río, de pronto yo estaba en su brazos como cuando una pareja recién casados, cuando entraban al hotel- ¡Alfonso! -dije y reí cuando me sostuvo caminando- ¡no! Peso mucho por Dios -dije a sujetándome de su cuello, él río-
Poncho:¡Para nada! Eres una pluma Anny -exclamó divertido, mientras aun caminábamos-
Anny: ¿Dónde vamos?
Poncho:¿Me haces un favor? -preguntó en vez de responderme-
Anny: Claro.
Poncho: No preguntes más -dijo, reí, realmente en el camino hacía acá lo había llenado de preguntas para a donde vamos-
Él siguió caminando, hasta que sentí, ruidos, de ¡olas! Estábamos en la playa. Entonces al frente de nosotros una cena realmente romántica apreció, abrí mis ojos como platos, la cena estaba afuera, pero había una especie de carpa blanca, grande, muy grande, ahí al lado. Él me bajó cuidadosamente y me susurro en el oído.
Poncho: Quería que está noche fuera especial -me dijo, haciéndome estremecer por completo, ¿cómo por simples palabras él podía hacer eso?, estremecerme de esa manera, le sonreí mientras sentía como mis ojos brillaban mucho más de lo normal-
Llegamos hacía la mesa, pero aun mi curiosidad seguía por la carpa, le quedé mirando y sentí la mirada ardiente de Poncho en mi espalda.
Poncho: Realmente está noche estás hermosa Anahi -me dijo, reí nerviosamente mientras él me ofrecía el asiento-
Nos sentamos y comenzamos a comer, realmente habían bocados deliciosos, en cada momento me encontraba con la mirada de Poncho,él me miraba y sonreí, mientras sentía como todo en mí interior se resplandecía, ¿había dicho una vez como amaba su sonrisa? Desde que soy Fansiempre lo tengo en mente y realmente es una de las cosas que más amo de él, el resto de la cena la pasamos riendo, ¿Ponchoen serio tenía veintidós años? Reí ante el pensamiento, me contaba anécdotas de él cuando era pequeño, algunas que otras ya me las sabía por internet y él se había sorprendido completamente de las redes sociales de como sabían tanto sobre él. Este tiempo he llegado a conocer bastante a Ponchoy me encanta, me enamora cada vez más, con sus típicos regalos que me daba cuando venía a buscar a Aitana, él en estos meses me había dejado completamente anonada. Hubo un momento en la cena en donde nos quedamos mirando intensamente, sintiendo como mi piel se empezaba a calentar, como su miraba comenzaba a calentarme, de pronto me sentí muy excitada con su mirada, me faltó realmente poco para suspirar y gemir.
Buenos chicas aqui esta el nuevo capitulo, disculpen la demora, espero lo disfruten y ya subiré más seguido. Las quiero y recuerden son últimos capítulos☺♥
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Un pequeño capricho, una gran consecuencia.
FanfictionEsta es primera novela que subo aquí y quise hacerla sobre Ponny que son mi pareja favorita♥ espero les guste, que comente y que me regalen votos si les gusta claro :) Gracias.