14vo. Capitulo

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Habían pasado dos semanas desde que Aitana nació,estaba muy feliz, y Poncho siempre me está acompañando, recuerdo el día cuando salimos de la clínica, habían muchos de prensa ahí, yo salí con la ayuda de Mario mientras Poncho llevaba a Aitana en brazos y otro guardaespaldas lo protegía, las preguntas que hicieron, casi todas se basaron en la prueba de ADN, me incomodaba ese tema, ya que mí hija se parecía mucho a mí, los rasgos de Poncho aún no estaban, y eso era preocupante, recuerdo cuando Poncho la estaba cargando y Pedro se acercó por primera vez a verla y comenzó a reír diciendo que no se parecía nada a Poncho, en ese momento fui tan vulnerable, ya que Poncho me miró y sabía que había miedo en sus ojos, joder, si está yo tenía miedo, no porque no estaba segura, sino porque, no lo sé.

Ahora estaba cambiando los pañales a la niña, dormía con nosotros, si, Poncho también, él no se ha separado de ella en ningún momento, y eso me pone más que feliz, la niña gritaba de pronto, tenía los ojos abiertos, no sabía aun de que colores eran, para nada, tenía un color raro, pero era algo común, así me dijo la doctora. Sentí como alguien entraba al dormitorio, era Lidia, la miré y le puse la niña en sus brazos.  

Anny: Cuídala -le ordené con una sonrisa. Ella asintió alegre, sabía que la quería mucho, se encariñó mucho con ella-

Me miré en el espejo, estaba nerviosa, hoy sabríamos los resultados de la prueba de ADN. Estaba con unos jeans, unas sandalias, una remera de mangas cortas, blanca, con un poco de brillante, tenía mi cabello suelto, me dirigí hacía el mueble y cogí mi bolso, luego bajé.  

Todos estaban ahí, esperándome, Poncho, Ruth, Pedro, Don Alfonso y Mario,todos me miraron al bajar, estaban casi todos serios, menos Poncho, él me sonrió y sentí su nerviosismo, no quise molestarme con eso. Sin decir nada salimos de la casa. Yo entre al auto de Poncho, mientras todos iban en otro carro.

Lo observé mientras manejaba ¿por qué era tan hermoso?, sonreí. Me sentía nerviosa, vi autos atrás siguiéndonos, sabía quienes eran, no les tomé mucha importancia. Aunque era inevitable, ¿cómo sabían que hoy, justo hoy sabríamos si da positivo o negativo? Joder, no quería imaginar como se enteraban de todo.

Mi corazón comenzó a palpitar rápidamente al sentir la mano de  Ponchoen la mía, lo miré, y entonces comprendí, habíamos llegado. Le sonreí, y él a mí, aunque su sonrisa no era segura. Salimos del auto y tomó mi mano, entrelazándola con la suya, me sorprendí, pero no quise hacerlo notorio. Le dediqué una mirada, miré a mí alrededor, periodistas saliendo de los autos con sus cámaras, no acercándose, pero si sentía sus flashes, era realmente molestoso. Los demás venían detrás de nosotros, ¿era necesario venir todos ellos?, claro.

Al entrar a la clínica, me asomé por una ventana de secretaría y le pregunté por unos exámenes de ADN, la chica me atendió gentilmente y me dijo que la Doctora Liana estaba a cargo, le sonreí y fui hacía el ascensor para llegar al piso de la doctora. Todos me siguieron, joder, parecía como si fueran mis perros falderos. Reí por el pensamiento. Aun sentía la mano de Poncho con la mía. Llegamos al piso y todos nos sentamos, hasta que la doctora nos llamara. Era un gran pasillo, y realmente me había dado hambre.  

Anny: Voy a buscar un refresco -le dije a Poncho-

Poncho: Mejor voy yo -dijo, negué-

Anny: No tu quédate aquí -le dije y le dí un corto y suave beso en los labios- 

Caminé rápidamente hacía la cafetería, ahí había una máquina con latas de jugos, refrescos, y todo aquello. Me compré tan sólo una agua. Caminé de regreso hacía la sala donde los había dejado, pero algo llamó mi atención, todos estaban asintiendo mientras Pedro decía algo. Me acerqué más, así y poder escuchar, joder, es que la curiosidad mató al gato. Como habían sillas, me puse en una de ellas, detrás de ellos, me senté de rodillas, sólo que me agaché más.  

Un pequeño capricho, una gran consecuencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora