-Claire ¿Me atas los cordones por favor?
Aiden pone su mejor cara de pobresito y es imposible negarme. Mi hermano con solo 6 años se ha convertido en mi debilidad.
Termino de ayudarlo con sus zapatos y le digo que espere sentado en el sillon de abajo sin moverse.
Me meto de nuevo en la habitación de mi madre y juntas terminamos de maquillarnos para luego enfundarnos nuestros vestidos. En mi caso, uno rojo ajustado hasta la cintura que luego cae por mis piernas, en el caso de ella, uno negro con mangas largas muy elegante. Me coloco una cadena dorada junto a unos aros del mismo color. Lenah, mi madre, me termina de ayudar con mi peinado en forma de rodete y juntas bajamos para irnos a la fiesta.
-¡Aiden! ¿Dónde estás?-grita mi madre buscando a mi hermano con la mirada por la sala.
Al cabo de unos segundos Aiden aparece corriendo seguido por nuestra perra Gala. Este estaba despeinado y con su saco desabrochado.
-Es la fiesta de 16 de tu prima Aiden no puedes ir todo desarreglado.-lo regaña mamá.
Me miro al espejo una última vez, agarro mi mini cartera y abro la puerta para dirigirnos al salón.
Me encantan las fiestas de cumpleaños grandes, donde todos los invitados tienen que ir bien elegantes y la cumpleañera tiene un gran vestido. Cuando fue mi turno de cumplir los 16, elegi un viaje en vez de una fiesta y hoy en día con mis 19 años me sigo arrepintiendo.
Estacionamos el auto y bajamos para dirigirnos al salón. Cuando entramos al lugar mi madre busca a su hermana, mi tia, con Aiden colgado de su mano, al encontrarla la vemos con varias bolsas en la mano. ¡El regalo! Nos habíamos olvidado del regalo. Mierda había quedado en el auto y este esta a tres cuadras de aqui.
Le aviso a mamá que voy a buscarlo y Aiden quiere venir conmigo, pero me niego ya que la noche estaba helada.
Salgo y automáticamente el viento impacta mi cara haciendo que mis pelos se pongan de punta. Veo rostros conocidos pero no me detengo a saludar a nadie, luego tendré tiempo. Trato de caminar rápido,aunque mis altos zapatos dorados me lo impiden un poco. Mientras camino siento la seda de mi vestido deslizándose por mis piernas y , tengo que admitir, que es una sensación hermosa que a todas las chicas nos gusta.
Llego al auto, tomo el regalo y comienzo a caminar nuevamente. Una ráfaga de viento me choca haciendo que me abrace los hombros. No paro de temblar.
Estoy por llegar al salón cuando veo bajar a mis tíos de un auto negro. También baja mi primo, el más grande de la familia con 21 años, y lo raro es que no baja solo, sino que lo acompaña un hermoso chico con rulos.
Mi tia Helen me ve venir y yo me acerco a saludarla.
-¡Querida te debes estar muriendo de frio! ¡Alex dale tu saco!
Mi primo intenta sacarse su saco, pero lo freno antes de que termine.
-No, gracias. Ya entramos, no te preocupes. -le sonrio.
Antes de saludar a su amigo de rulos, que por cierto tiene unos atractivos ojos verdes, Alex me lo presenta.
-Él es Harry, mi mejor amigo.
-Claire-digo saludandolo.
Sonrie y me quedo embobada. Tiene unos dientes blanco y parejos con unos labios finos que hacen la combinación perfecta. Se da cuenta de que lo estoy mirando y se rie. Doy media vuelta y camino dentro del salón.
Cuando mi prima Sierra entra no puedo evitar que unas lágrimas salgan de mis ojos, es tan importante ella para mi...
La abrazo y le digo que esta hermosa con su vestido blanco y rosa. Giro para sacarme las lágrimas y ahí esta él mirando atentamente mis movimientos con una sonrisa de lo mas divertida.
-¿Que miras idiota?-me enfurece que me vean llorar.
Se rie y niega con la cabeza para luego ir a saludar a mi prima.
Alex llega a mi lado y sacude sus cejas de arriba a abajo causando que me enoje y le pegue en el hombro.
-¡Auch! Me dolio.-se burla.
Le muestro mi dedo índice y me dirijo de nuevo a la mesa con mi madre, Aiden, mis abuelos y parientes más lejanos.
El primer plato es servido y lo como con ancias. En el medio de la comida siento como un pedazo de pan rebota en mi cabeza, no es necesario darme la vuelta para saber que se trata de la mesa de al lado donde se encuentra mi primo con su amigo el lindo.
-¡Hey Claire!-grira Alex y vuelve a lanzarme otro pedazo de pan.
-Ya para de tirarme comida-le digo enojada devolviéndole el pan que me había tirado.
-Ven a nuestra mesa.
Me paro de mi lugar y camino solo cinco pasos hasta llegar a su mesa donde habia un asiento libre a su lado. Me siento y hablo.
-¿Pasa algo?-No.
-¿Entonces...?
Me iba a contestar cuando las luces se apagan y la música empieza a sonar fuertemente. Alex me agarra a mi y a Harry con sus manos y nos dirige al centro de la pista. Me dejo llevar por la música y no noto cuando Alex nos abandona.
Harry exitiende su mano hacia a mi y sonrie invitándome a bailar. Acepto.
-Necesitabas que te saque de ese papelón, tus pasos de baile son fatales. -dice mientras me hace girar.
Le pongo mala cara, pero sigo bailando.
-Hablo el mejor bailarín de la época ¿No?
-Por supuesto.
-Si, claro.
Pongo cara de ofendida y el se limita a reirse. ¡Como me molesta que se ria por todo lo que hago!
-¿Cual es el chiste, eh, idiota?
-Eh tranquila.
-Tranquila nada.
-Te enojas por todo, que humor tenemos.-sonrie de nuevo y ruedo los ojos.
Le suelto las manos decidida a dejar de bailar con Harry, pero me sorprendo cuando siento dos manos grandes a los costados de mi cintura, seguro pertenecientes a él.
Me da vuelta y confirmo que de él se trata.
-No te enojes Clary.
-¡Mierda que mi nombre no es Clary idiota! -me suelto de su agarre.
-Perdona perdona, en serio.
-Idiota.
-¿No tienes otro insulto?-sonrie.
-Es que eso es lo que eres, un idiota.
Rie otra vez y vuelvo a sentarme en mi mesa furiosa por Harry.
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Diciembre | Harry Styles
Fanfiction"Como deseo que un dia golpees mi puerta, que mires y que me digas porqué la dejé abierta, pero no puedo mentirme tan solo se que te fuiste, recuerdo aquel dia que te despediste."