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-¿Entonces, vamos a tu casa?-pregunta Gadea.

-Si, y después vamos al boliche caminando. Queda a solo tres cuadras de mi casa.

-Buenisimo, a las 9 estoy ahi.-digo.

-Yo también. -sonrie Gadea y luego Maggie.

Ya era viernes, la semana había pasado rápida. Nos despedimos y cada una se dirige a su respectivo hogar. Tomo el bus que me deja a metros de casa y al entrar veo a mi madre ayudando a Aiden con sus tareas. Había empezado primer grado y estaba enojado porque la maestra le mandaba mucha tarea y no podia jugar.

-Si tengo diez caramelos y me como cinco, ¿Cuantos me quedan? -dice mi madre y me ve.-Hola Claire ¿Cómo fue tu día?

-Bien por suerte ¿El tuyo?

-Agotador. Hubo gente todo el tiempo.

Mama trabaja en una perfumería y siempre se queja de que hay mucha gente y no esta tranquila. Pero debido a eso, gana tanta plata.

-¡No se!-grita Aiden frustrado.

Le sacudo el pelo y él se enoja corriendo la cabeza a un lado.

-Me iré a bañar, ya sabes que hoy voy al boliche.

-Si si cierto. ¿Vuelves a casa o te quedas en la de Maggie?

-Nos quedamos con Maggie.

Subo a mi habitación y hecho a Gala del baño para poder bañarme tranquila. El agua se lleva todo rastro de cansancio y al salir me siento una persona nueva. Miro la hora: 7:20.

Busco en mi placar la ropa nueva que habia comprado mientras pienso que elegiré. Saco mi pollera azul y mi pollera negra junto con un par de tops y los estiro en mi cama para decidir.

Doy vueltas por la habitación y al mismo tiempo miro toda las prendas hasta que me decido por la pollera azul con un top blanco muy ajustado.

Me cambio mi corpiño negro por uno blanco, me pongo unas medias color piel y luego la pollera y el top. Busco unos zapatos blancos no tan altos para estar cómoda y me los calzo sin ningún problema.

Contemplo mi imágen en el reflejo del espejo y me siento sexy.

Cepillo mi pelo y hago bucles en él para darle mas volumen. Me maquillo muy sutilmente para resaltar, mas que nada, mis grandes ojos celestes.

Una vez lista le envio un mensaje Maggie y mientras espero su respuesta recibo uno de mi primo: "Nos vemos hoy no???" Le contesto obviamente que si y aunque me muera de ganas por preguntarle sobre si Harry iría también, me contengo.

No me entendido a mi misma por querer saber todo sobre Harry. ¿Qué demonios me está pasando? Hace días lo conozco nada más. Temo enormemente que un sentimiento florezca en mi interior y que no pueda evitatlo.

Alejo esos pensamientos perturbadores de mi cabeza y en un abrir y cerrar de ojos me encuentro en la casa de Maggie junto a Gadea.

Cuando estamos listas salimos por la puerta principal y comenzamos a caminar hacia el boliche.

Una vez en el lugar puedo sentir el olor a sudor combinado con alcohol que inunda mis fosas nasales. La gente se movia de aca para alla con vasos llenos de líquidos de colores. La música sonaba fuertemente y había chicas bailando en los caños. Las luces eran rojas y azules, por lo que tenia que esforzar demasiado mi vista para poder seguir a mis amigas.

-Vamos a pedir unos tragos.-propone Maggie.

Encontramos tres asientos vacios la barra que iba de punta a punta, realmente larga. Gadea pide por nosotras y el hombre de unos 30 años nos entrega tres vasos llenos de lo que parecía agua, pero no era agua.

Sin pensarlo dos veces tomo el vaso y lo dirigo a mis labios para tomar un largo trago. El líquido quema en mi garganta y abro la boca cuando termino de tragarlo. Tenia un sabor amargo y muy feo, pero por una extraña razón queria seguir tomando.

Luego de cuatro vasos llenos de la misma bebida, mi cabeza martillea y me siento un poco mareada, pero muy feliz al mismo tiempo. Agarro a mis dos amigas, en mis mismas condiciones, y caminamos juntas al centro de la pista donde me dejo llevar por el ritmo de la música moviendo mi pelo de un lado a otro.

Una chica al pasar me empuja y me mareo tanto que siento que me voy a caer ahi mismo. Dejo de moverme y trato de componer mi cabeza. Mi mirada se dirige a una rubia de vestido negro apretado quien baila pegada a un chico de rulos despampanantes.

Es Harry.

Sigo mirando unos minutos mas hasta que sin tomar conciencia camino hacia ellos y me interpongo para saludar a Harry. La confusión destella en sus ojos, sin embargo también me saluda.

-¿Que haces aqui?

-Bailemos. -digo estirando la E-Deja a esta puta.

La chica me da un leve empujón pero me importa poco y nada. Vuelvo a la pista con el brazo de Harry entre mis manos y comienzo a saltar locamente cuando comienza una canción de Calvin Harris.

Harry se rie de mis movimientos pero no tengo tiempo de preocuparme.

-Quiero otra bebida.

-Ya has bebido demasiado.

-Voy por mi quinto vaso -sonrio-¿Te traigo uno?.-ofrezco pero niega.

El chico de la barra a penas me ve me entrega otro vaso con la misma bebida. Hago fondo blanco y al terminar siento la sangre fluir rápidamente por mi sistema.

Vuelvo con Harry y seguimos bailando. Una canción electrónica suena en el gran lugar y todos hacen una ronda mientras se preparan para saltar. Casualmente entre el grupito de gente que había quedado en el medio me encontraba yo junto a Harry.

-No me sueltes por nada en el mundo.-dice agarrándome la mano.

Lo sujeto con fuerza y asiento. La canción estalla y todos saltan al rededor nuestro. Un codo estalla contra mi estómago y veo como todo a mi alrededor da vueltas sin parar. Mis piernas fallan, pero antes de que mi cuerpo caiga al sucio suelo, una mano me sujeta.

Entre mi mareo y mis náuseas puedo distinguir la figura de Harry. Pasa su mano por mi cintura y me lleva al exterior.

Me caigo al piso involuntariamente y el vómito no tarde en salir. Lanzó todos mis vasos de alcohol y al final siento mi cara arder al igual que mi garganta.

Mis ojos luchan por mantenerse abiertos debido al cansancio que luchaba en mi cuerpo.

Harry sostiene mi pelo y mi mano mientras yo devuelvo todo.

Una vez que termino habla.

-¿Me escuchas?.-Solo asiento.-Claire por favor habla.

-Si.-contesto en un debil susurro.-llévame a casa.

-¿A tu casa?

-No.-niego.-le dije a mi madre que dormiría en la casa de Maggie.

-¿Entonces...?

-A la tuya.

-¿Qué?

-Tu casa idiota.-esfuerzo mi voz y una punzada se hace presente en mi cabeza.

Llevo mis manos a mi cien y masajeo como si eso fuera a sacar mi mal estado.

Con ayuda de Harry logro llegar al auto y subirme al igual que él. Por el espejo retrovisor puedo ver mi cara destruida, mi maquillaje se habia borrado casi por completo. Mi remera esta manchada por algún tipo de bebida, mierda.

Me quito los zapatos y Harry arranca el auto. Cuando acelera la velocidad,las náuseas sueben por mi garganta y le agarro el brazo a Harry alarmada.

-¿Qué pasa? .-dice aparcando el auto.

-Ve mas despacio, por favor.

Harry solo asiente y se asegura de que llegue bien a su casa.

Diciembre | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora