Pasión Cerril {Jongkey}

Odio

Capítulo 4: Odio.

'Odio, el color del alma. Se propaga a través de todo nuestro sistema, nos cierra de todos los demás sentimientos, para convertirse en el centro de la vida y de la intención de la persona. El objeto del odio puede o no puede estar presente, pero las palabras imaginadas y acciones hostiles contra los odiados puede llegar a dominar algunas veces'.

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El cielo había estado cubierto desde el momento en que despertó. El cielo estaba inundado por diversos tonos grisáceos, en lugares un resquicio de luz que logró romper, pero por lo demás era casi tan oscuro como antes del amanecer. El aire era pesado y húmedo, aunque olía a tormentas. Las nubes eran grises, siniestras y amenazantes, estaban lejos de ser aquellas blancas y mullidas bolas de algodón que surgían por las mañanas

Frotó sus ojos por décima vez en lo que iba de la nublosa mañana, algo sumamente extraño había sucedido con el rubio desde el momento en que despertó. Su humor era, para sorpresa suya y de todos los demás presentes que debían afrontar los innumerables y tediosos berrietas del menor a diario, sensacional. Ni el mismo Kibum era capaz de encontrar un causante de ello, simplemente amaneció con ganas de disfrutar aquel día y no dejar que nada o nadie, especialmente cierto moreno, arruinara sus planes.

O al menos eso planeaba.

Era la quinta tostada con mermelada que engulló hasta el momento en el desayuno, jamás en todas sus semanas de estadía en casa de sus abuelos había comido tanto como lo estaba haciendo ahora. Ambos ancianos se miraron por una parte sorprendidos y por otra felices de que, finalmente, su nieto se estuviese alimentando como era debido.

—Vaya Kibum veo que te levantaste hambriento el día de hoy —soltó su abuela rompiendo con el silencio de la habitación.

El rubio despegó el pedazo de pan de su boca y lo dejó cuidadosamente arriba de una de las servilletas colocadas a un costado de su taza, terminó de masticar y posó su mirada en sus abuelos que lo miraban divertidos desde el otro lado de la mesa.

—Lo sé, no sé qué me sucede por alguna extraña razón no puedo dejar de probar bocado. Si sigo así para dentro de una semana podré ir al granero rodando —su comentario le sacó una sonora carcajada a su abuela que luego le dedicó una sonrisa cargada de ternura.

—¡Pero mira que cosas dices por dios Kibum! Si eres pura ropa —comentó. —Además debes alimentarte muy bien así obtienes mucha energía para los preparativos de la fiesta en la que debemos ayudar —la cara de sorpresa del rubio fue una perfecta indirecta para que sus abuelos realizaran que el menor no tenía ni la más mínima idea sobre aquella fiesta a la cual se estaban refiriendo.

—¿Jonghyun no te comentó nada sobre la fiesta que se celebra en el pueblo todas las primaveras? —Kibum solamente negó con un movimiento de cabeza. —Todos los años en una de las hectáreas desocupadas del lugar se celebra la 'fiesta de la primavera' un encuentro en donde se llevan a cabo diversas actividades tal como juegos, cabalgatas y al final todos se sitúan alrededor de las mesas para disfrutar de la deliciosa comida, algo así como una feria. Que extraño que Jonghyun olvidó comentarte algo al respecto, ésta semana estuvo muy entusiasmado con la idea de que lo ayudaras con los preparativos de la fiesta ¡Debió haberse olvidado! —finalizó la señora mayor levantándose de la mesa cogiendo la vajilla utilizada dejando a un Kibum pensativo.