Pasión Cerril {Jongkey}

Tal vez

Capítulo 9: Tal vez.

'Los sentimientos son como las temperaturas. La curiosidad es cálida, la atracción es más cálida aún, la lujuria probablemente es ebullición. El odio puede carbonizar, pero también puede congelar. Amor... Bueno, eso es una temperatura que es mejor dejar bajo neutro'.

El calor del día había disminuido a un calor reconfortante. El sol había perdido su brillo y los colores del paisaje se suavizaron. Las sombras estaban ahora dos veces más que a sí mismas, el aire era húmedo y fresco, el sol se hundió bajo en el cielo hasta que las líneas de los árboles parecían estatuas negras en silueta contra el cielo oscuro, poco a poco sus sombras se desvanecieron en la oscuridad de la noche.

El atardecer había enviado a las aves a sus nidos y a los grillos a cantar en las hierbas que se sacuden. El suelo arenoso estaba en camino de convertirse en un abanico y el cielo sin nubes prometió una vista sin restricciones de los cielos.

Las preocupaciones hostigaban la atareada cabeza del castaño como delgadas agujas punzantes introduciéndose en las delgadas capas superficiales de su piel. El peso de todos esos pensamientos recargaba sobre sus hombros, cuello y espalda generando un dolor agudo. Los pensamientos e inquietudes estaban haciendo estragos en Jonghyun, pero había uno en específico que era letal, que lo atontaba y aturdía desde que su día comenzaba hasta que caía la noche.

Uno con nombre y apellido...

Kim Kibum.

Deslizó una mano por arriba de su cabeza y la llevó hacia la zona dolorida, masajeando suavemente el punto de dolor en un intento de alivio. Instintivamente, su cabeza se inclinó hacia atrás y sus labios se entreabrieron. Desde aquel día en el que el rubio, dueño de sus sueños y pensamientos, le informó de las intenciones de Taecyeon hacia él, eso era lo único que habitaba en la cabeza del pelinegro.

Conocía al sujeto, sabía que no era buena persona, así como también estaba al tanto de las intenciones de Taecyeon. Su reputación hablaba sola, era conocido por engañar a las personas con lindas y prometedoras palabras de amor con el único fin de llevarlas a la cama y jugar con ellas a su merced.

Imágenes de la nívea piel de Kibum siendo acariciada por Taecyeon invadían su mente como crueles pesadillas involuntarias, pesadillas en las que el rubio se entregaba a un cuerpo ajeno frente a la visión de sus ojos. Aquellos retratos lo atormentaban, una furia desconocida lo invadía al pensar en otras manos que no sean las suyas acariciando al rubio, en otros labios besando con pasión sus labios gloriosos, en otro hombre quitando gemidos y jadeos de su deliciosa boca, de aquella boca que adoraba besar y morder cuando ambos cuerpos se fundían en uno solo.

Acongojado se levantó con furia de un pallet de alfalfa y con fiereza pateó un balde de hierro, que tuvo la desgraciada de encontrarse en su camino, enviándolo lejos de su alcance. Sus manos se contraían y sus dientes se apretaban entre sí en un manifiesto de enojo.

Kibum era solo de él y nada ni nadie cambiarían eso.

Xx

Los mosquitos estaban fuera, la piel de gallina estaba en sus brazos desde el frío de la noche, los arbustos verdes ahora mirándose casi negros, siluetas, colores apagados, como si hubieran sido evacuados por una mano invisible, como si las paletas de los artistas hubiesen sido cambiadas.