Observación (Drarry)

Capítulo 7

«No»
«No»
«¡NO!»

Se dijo a sí mismo mientras intentaba recapitular la escena. De seguro lo imaginó, o era una broma, claro que no pasó. Debe estar soñando...

Un rubio apareció en su campo de visión. No lo pensó dos veces y volvió a correr, necesitaba más tiempo.

***

¿Debería esperar?

¿Debería ir más lento?

¿Debería intentar con otro método?

¿Debería dejar de perseguirlo?

¿Debería dejar de cuestionarse? Quizá sí

«No lo presiones o se te escapará de las manos» recordó.

***

Un día distinto comenzaba en el colegio Hogwarts, la mañana es clara, el cielo tiene un precioso color azul celeste y se escucha el tranquilo sonido de las hojas y el lago, pero no todo era tan bello como parecía.

Las dudas se arremolinaban en la cabeza de Harry sin parar, otro día de clases, tendría que enfrentarlo.

Mientras intentaba arreglarse sin morir asfixiado por la corbata en el intento, otro estudiante, unos cuantos pisos más abajo se preguntaba a sí mismo qué haría cuando inevitablemente se viera con el joven antes mencionado.

***

Abajo en su sala común, estudiantes recién levantados paseaban por la gran habitación mientras su amigo lo esperaba para desayunar, era tan familiar el esperarse entre ellos que ya ni le molestaba, consideró bien el hecho de que estuviera confundido, no es normal que tu enemigo te complique la vida en términos amorosos.

Porque si había algo de lo que Harry Potter sabía, era de enemigos, pero no de esa clase.

Malfoy no podía estar más sorprendido, Hermione ya no dedicaba fulminantes miradas, y Ron lo ignoraba como si fuera otro estudiante más, pero todos sabían que la relación no es tan calmada como aparenta, pero los que desconocen sobre la situación, prefieren no preguntar.

Extrañamente, la relación entre Pansy y Draco ha mejorado, aún así el rubio mantiene distancias. Pero más extraño aún son los celos que le produce la cercanía de los amigos al de la cicatriz, que no le parece agradable tener que preguntarse antes de dormir por que no podía dejar de pensar en el chico, y no uno cualquiera.

Harry caminaba distraídamente hacia los lavamanos, al levantar la mirada hacia los espejos mientras terminaba su labor de higiene, se encuentra al rubio entrando al sanitario. Harry, incómodo, y pensando que esta situación no le serviría como cuento de dormir exactamente, sale a paso rápido del baño, donde el rubio lo detiene.

-No es casulidad que el baño este vacío, Potter -habla alto, pero aún así con una timidez asomándose triste en su voz.

El silencio apodera a Potter, y una ansiosa desesperación en Malfoy.

-Dí algo, Harry -rogó necesitadamente Draco- no te quedes mirándome.

Pero eso era lo que le gustaba hacer a Harry, sólo eso podía hacer, observarlo.

-Ehh, Draco..., yo...

-¿Sabes algo? No me digas nada, ya es suficiente -dijo en un intento por ser indiferente, aunque sentía el temblor en sus manos, y en su voz, aunque Harry no hubiese podido notarlo, ya que él también lo hacía-.

El pelinegro pudo sentir un nudo en la garganta, algo en su esófago que no le permitía hablar, algo que también afectaba sus piernas y sus brazos, un impulso que no lo dejaba moverse, pero que también lo animaba a salir corriendo. Cobardía, pensó él.

-No voy a obligarte a decir lo que yo quiero escuchar, ni voy a obligarte a sentir algo que no sientes -la voz de Draco se escuchó alta y firme, con el eco detrás de sus palabras por el silencio involuntario- No te presionaré, no te acosaré, y si tu no lo quieres, yo no te volveré a buscar -dejó el silencio inundar el espacio- pero si tú me correspondes, yo siempre estaré para ti -finalizó su largo monólogo con una mirada que denotaba tristeza y resignación-.

Harry no pudo hacer nada más que callar, y Draco ya habia hecho bastantes intentos en ser paciente, sin nada más que decir abandonó el baño, caminando con la elegancia que siempre lo caracterizó, dejando a Harry con miles de palabras en la lengua, y otro millón en su cerebro, haciéndole ruido y molestia.

***

- Me siento ridículo -dijo emocionalmente agotado, se recostó en su cama y cerró los ojos-.

Del camino desde el baño hasta la sala común de Slytherin no recordaba nada, estaba distraído y desconcentrado, había tirado su última carta frente a Harry, no tenía la certeza de que funcionara, nadie tiene la seguridad de saber lo que pasa en el futuro, pero sinceramente él deseaba que ese futuro estuviera de su lado, independientemente de lo que pudiera pasar después, él quería algo de verdad con el pelinegro, algo más sincero que un amor a partir de pociones de amor, de planes que puedan hacer tus amigos, un amor menos complicado que lo que él tenía en ese mismo instante.

Pero él tampoco sabía qué tan complicado o que tan fácil podía ser el amor.

-Quizás es porque deberías dejar de ser tan ridículo.

No necesitó abrir los ojos para saber quién le hablaba.

- Gracias por tu ayuda, Pansy, tan eficiente como siempre -comentó con su voz cargada de sarcasmo, sonrió con ironía y un instante después borró esa sonrisa de su rostro-.

-Solo acabo de decirte la verdad, no me culpes -la chica que en ese momento estaba en el marco de la habitación se aventuró a acercarse a Draco, en medio de la espaciosa habitación que estaba a disposición del rubio-.

- No tienes la culpa de que yo sea ridículo -levantó la comisura de sus labios en un amago de sonrisa-.

- Claro que lo sé -se sentó en la orilla de la cama del rubio, fría, al igual que la habitación- dime ¿Ahora qué te pasa? -preguntó como si supiera la respuesta de memoria-.

- Potter -un apellido, una palabra tan corta que definía sus problemas y sus pensamientos-.

- Que sorpresa, no me lo esperaba -rió sin gracia con la mirada distante, en un lugar muy lejos-.

- Como sea -el rubio abrió los ojos con aburrimiento- no sé para qué lo intento, él no me quiere o simplemente no es lo suficientemente valiente como para decírmelo -rodó los ojos y se levantó, quedando sentado encima de las sábanas negras de seda que conocía desde que tenía memoria-.

- Quizás no es para ti -dijo ella mirándolo con algo de lastima-.

- Esto no se trata si quizas sí o quizás no, él es o no es para mí, tan simple como eso -dijo con pesar cuando la escuchó-.

- Quizás tengas razón -titubeó y se acercó a Draco- o quizás simplemente necesitas relajarte un poco... Y cambiar de ambiente -dijo Pansy antes de cerrar los ojos y acortar la distancia entre ambos-.

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Lamento siempre tener que disculparme por las tardanzas, por dejarles literamente en el limbo con esta historia;w; porque soy una malagradecida, ya que sin ustedes este fic no sería nada, la inspiración me llegó ahora y ojalá les guste este capítulo nomah po💕, tuve inconvenientes para publicar está capítulo, si leen esto está entero;-;

-Píɑ✨🐥