Capítulo 1:

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Draco observaba desde la mesa de Slytherin como Potter desayunaba tranquilamente mientras charlaba sobre Merlín sabe qué con Granger y Weasley.

Él siempre se había considerado a sí mismo el maestro del sigilo y el disimulo, pero las miradas del rubio hacia el elegido no pasaban desapercibidas por sus amigos, los cuales opinaban que solo un idiota, o más específicamente, un Potter no se daría cuenta. Pero era más que obvio que un Slytherin que se respeta tiene mejor nivel de observación que una persona normal.

Draco no pudo reprimir un pequeño y casi imperceptible suspiro al ver al moreno sonreír radiantemente hacia sus amigos, si tan solo le hubiese sonreído así alguna vez, al rubio le gustaba pensar que algún día Harry podría guardar sus sonrisas solo para él, siendo provocadas por él, porque Draco siempre conseguía lo que quería y quería el aprecio de Harry, hasta que el sentido común se encargaba de recordarle que juntarse con un Gryffindor no ayudaría a su reputación ni a su posición entre las serpientes. Si bien el sentido común podría irse al carajo Draco sabía que Harry lo despreciaba tanto como al el mismo rubio finjía sentir. Por esto y por mucho más Draco sabía que no podía acercarse abruptamente, por que lo único que conseguiría sería su rechazo y si hay algo peor que el odio de Potter era su indiferencia y rechazo.

Como de costumbre, Draco se levantó de su asiento y caminó hacia la entrada de el Gran Comedor, inconciente de la mirada llena de anhelo que cierto Gryffindor le sostenía desde su lugar en la mesa de los leones.

Pansy miro a Draco confidente, ella sabía de los problemas que su amigo esta dispuesto a pasar por un puesto en el corazón en el corazón del moreno. Si bien no se oponía, Draco ha posicionado su orgullo en frente de sus sentimientos amorosos.

— ¡Me ha mirado! ¡¿lo has visto?! — Dijo el rubio.

— Si Malfoy, pero ¿Sabes quién miró a Potter?.

Draco alzó una ceja celoso — ¿Quién? ¿Fue la comadrejilla esa? Lo sabía. — Espetó cruzandose de brazos.

— No, idiota, has sido tú — Dijo con reproche — disimula un poco, todo Slytherin te ha visto.

Draco rodó los ojos — Todo Slytherin sabe. —dicho eso paso su brazo por los hombros de Pansy.

Ella miró a Draco — ¿Qué te hizo fijarte en Potter?

Draco sorprendido por la pregunta de la pelinegra decidió ignorarla con un encogimiento de hombros. Pero la mente de Draco se convirtió en un lío luego de su pregunta. Fue inevitable no pensar en que su atracción hacia Potter se desarrolló en un su interior de a poco, sin darse cuenta.
¿Qué como se enamoró de Potter? Fué como cuando prendes una vela, la cera desaparece de a poco pero la llama se hace más poderosa. El incendio provocado en el interior de Draco fue inconciente. El amor por Harry ardía antes lo notara.

— ¿Así evades tus problemas? — Preguntó.

— Quizá. — Rió sin gracia.

Y ese fue el último momento de la mañana en la que pensó en Harry, no hasta que...

— Ah, yo juraba que Potter no estudiaba — Dijo Pansy al ver al de lentes levantarse de la mesa de la biblioteca para dirigirse a las estanterías a cambiar sus libros.

Draco giró la cabeza hacia donde miraba Pansy, lo vió y contuvo la respiración. Harry no era lo suficientemente alto para alcanzar un libro de pociones con facilidad, así que al alzar el brazo en busca de su libro su camiseta se levantaba dejando ver una pequeña parte de su abdomen. Draco volteó rapidamente sonrojado por los pensamientos que cruzaron su mente en aquel indescriptible segundo. Si bien no mostro mucho, los latidos de el corazón de Draco demostraban que fue suficiente.

Draco quizo salir de la biblioteca por su comportamiento, solo era Potter, nada más. Pansy se dió cuenta de las intenciones del rubio.

— Draco —Dijo Pansy sujetando su brazo— Creo que debes pelear por lo que quieres y dejar de acobardarte cada vez que él está cerca — Continuó para empujarlo hacia Harry, mientras ella disfrutaba del espectáculo.

Draco frotó sus manos con el pantalón secando el sudor que se creaba en ellas.

— ¿Que tal, Harry?

El aludido solo pestañeó sorprendido, entreabrió sus labios -ups, punto débil para Malfoy- bajo la cabeza y se alejó a la mesa más apartada del librero donde Draco estaba quieto, giró su cabeza mirando con dolor a Harry, y se preguntó como provocó que pudiera odiarlo tanto. Draco solo podía culparse a sí mismo por aquello. Pansy apretó el tenso hombro de su amigo.

— ¿Así de rápido te rindes?

—¿Así de rápido se alejó?

Y el silencio se apoderó de ellos.

— Ya, no es para tanto, no te insultó, eso es un progreso. Pero no desistas, si lo quieres para ti deberías esforzarte más que esto —Animó Pansy.

— ¿Segura? — Preguntó aún decepcionado de la reacción de Harry, quién sin que ninguno de los dos se diera cuenta, los veía de reojo simulando leer el libro de pociones.

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Primer capítulo, esperamos que sea de su gusto;)
~Consu y Pía~

Observación (Drarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora