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Goku rodó sobre la cama tratando de conciliar el sueño unas horas más. Sin embargo, el choque de su cuerpo contra otro, igual de duro que el suyo, hizo que sus ojos se abrieran enseguida.

Dentro de sí tuvo miedo de despertar sólo para darse cuenta que todo lo sucedido la noche anterior se tratara de una simple mentira o, en el peor de los casos, tener al príncipe orgulloso de todos los tiempos repudiándolo, pero para su gran fortuna no se trataba de eso. Ambos en la misma cama, sábanas enredadas en sus cuerpos, cercanía que Goku no puede pasar por alto y una genuina sonrisa formándose lentamente en su soñoliento rostro.

Pensamientos en calma y tonta sonrisa que se borran por un dolor realmente agobiante en su trasero que no parecía dejarlo pronto. Con una mueca en su rostro se gira poco a poco quedando tendido boca arriba sobre la gran cama y de su lado izquierdo yace el cuerpo desnudo de Vegeta.

El rostro del mayor parece relajado, tranquilo e incluso se puede apreciar la curva de una sonrisa en aquellos labios sensuales. Goku se sorprende por la imagen al mismo tiempo que es imposible no quedar embobado unos segundos. Jamás ha visto a Vegeta sonreír; al menos no una sonrisa que no muestre malicia. 

Hay algo que termina por convertirse en una necesidad de acercarse y recorrer con la punta de sus dedos el rostro del príncipe, sentir la calidez de su aliento sobre la palma de su mano.

Y sólo a veces la fuerza de voluntad de Goku cae ante la necesidad.

Son extiende una de sus manos, la que quedaba más cerca del príncipe dormido, con su sonrisa tierna y sus ojos brillando de emoción. Los grandes dedos tocan la recta y perfecta nariz en un pequeño roce antes de bajar hasta toparse con los labios de Vegeta. Aun están hinchados, no es de sorprenderse, esos labios no se alejaron de los suyos en toda la noche. Relame su propia boca recordando su sabor y lo bien que se amoldan juntos, ese gesto hace que la mente de Goku siga dando vueltas al asunto.

Pregunta tras preguntaba rondaba sin parar con un millón de dudas que, por ahora, no quiere prestar atención. Ha experimentado demasiadas cosas en una noche, cosas que nunca se imaginó que sucederían, pero se muestran ahí solo para él.

Siempre ha sido una persona que vive sin preocupaciones o termina ignorando situaciones que van más allá de lo que puede entender por su cuenta. Por supuesto, esta situación es mucho más que todo y difícilmente puede arrastrarla al fondo de su mente.

Goku borra su sonrisa.

Detiene su mano para apartarla unos centímetros poco después, no lo suficiente como para no seguir sintiendo el aliento de Vegeta sobre su piel haciéndole cosquillas.

"¿Fue correcto?"

¿Cuándo fue la última vez que se había sentido confundido?

No lo recordaba, pero tampoco parece importarle a fin de cuentas. Algo que siempre caracteriza a Goku es la facilidad de como otras cosas lo absorben, no es una persona que se pasa todo el tiempo lamentándose de sus errores.

No pensó en nada más y siguió observando lo que anhela y sabe que, de ahora en adelante, anhelaría por el resto de su existencia.

Goku baja la mirada a la espalda de Vegeta deteniéndose donde la noche anterior pudo sentir bastantes cicatrices de diferentes formas y tamaños. La más grande, la cual causa un gran remordimiento, fue hecha por la espada de Yajirobe. Otras, es seguro, fueron hechas por las diferentes batallas que tuvo antes y después de conocerlo. De alguna forma todas y cada una de ellas le causan una extraña necesidad de tocarlas, posar sus labios y sentir su textura bajo su lengua; tener en su boca el sabor de todas sus victorias.

Tan sigilosamente como Goku puede ser se acerca al cuerpo más pequeño, ese cuerpo que durante toda la noche lo llevó a lugares inimaginables, para tomar entre sus dedos la sábana deslizándola hasta la zona donde antes había estado la cola de Vegeta. El saiyan menor se queda observando unos segundos bastante curioso por esa nueva cicatriz que descubre. No la recuerda de ayer por la noche cuando sus manos solo se dedicaron a recorrer la espalda ancha y varonil del mayor. Es parecida a las cicatrices que posee el resto del cuerpo de Vegeta solo que tiene forma circular y de un color diferente.

La Habitación del Tiempo  [ EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora