¿Tu y el?

Capítulo 4: Los chicos.

Al llegar de las clases, Brad me dijo si quería ir a su apartamento y conocer a sus amigos y escuchar alguna canción compuesta por ellos, ya que quería saber su opinión sobre la canción.
Brad fue a recogerme en moto, (tan guapo como los dos días que lo llevo conociendo) y cuando llegamos a su apartamento abre la puerta un chico alto, rubio y de ojos azules intensos pero preciosos. Era James, uno de los guitarristas del grupo, parecía amable. Me saludó con un amistoso y caluroso:
James: - Wow Brad, ¿esta es tu novia?
Brad: - Nooo, pero es una nueva amiga del instituto.
Lily: - Hola, soy Lily, encantada. Tu eres James ¿verdad?
James: - El mismo en carne y hueso, veo que ya te han hablado de mi, está bien.
De pronto aparece por la puerta trasera un chico con mechas en el pelo y de ojos verdes claro, también me dio buena impresión. Era Connor, el bajista del grupo.
Connor: - Hey, soy Connor y... ¿tu eres?
Lily: - Soy Lily, una amiga de Brad.
Connor: - Con que amiga ¿eh?
Brad le dio un codazo sutilmente.
Lily: - ¿Y dónde está el batería del grupo? Porque quiero escuchar alguna canción.
Brad: - Durmiendo, como siempre. Pero lo despertaremos de la mejor manera que sabemos para ti.
Me reí, ya que era bastante cierto, lo cual pude comprobar.
De repente viene Connor con unos platillos de la batería de Tristan y se acerca a este y haz un estruendoso ruido con los platillos.
Tristan se levanta rápidamente diciendo:
- ¡Fuego, fuegooo!
Todos nos hechamos a reír.
Se levanta y me saluda:
Tristan: - Soy Tristan, siento ser tan borde pero con la manera en que me despiertan mis queridísimos amigitos pues es difícil ser alegre.
Lily: - Yo soy Lily jajaja.
Noté bastante su sarcasmo.
Brad: - Bueno, enseñemos le a esta bella señorita como se forma un grupo.
Lily: - Jajaja eso quiero verlo con mis propios ojos.
Brad: - Y un, dos, tres y...
Brad canta como los ángeles, James toca la guitarra como nadie, Connor hace unos coros magníficos, Tristan toca la batería con los ojos cerrados y la canción es la hostia.
Cuando terminaron, Brad me preguntó que me parecía a lo que yo le dije que era la verdadera hostia.
Los chicos se despidieron y Brad y yo quedamos solos en la habitación.
Esta vez nos acercamos los dos a la vez y el me agarra las manos dulcemente. Y yo le acaricio la cara suavemente.
Brad: - Mañana viernes quedamos para ir al cine, te recojo a las ocho en tu casa, hasta mañana bombón.
Me sonrojé tanto que le dije tan rápidamente que si igual de rápido que le besé la mejilla. Y me fui a casa a dormir.