Parte 59: "Volver a sentir"

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Comenzamos a basarnos en el patio de casa donde después de tanto preparativo y nervios le había pedido que fuese mi esposa, que comparta su vida conmigo, me regale su felicidad para cuidarla a cada momento.

Mi camisa voló por el aire, no era como si quisiéramos recrear una escena romántica por que en nosotros se veía cuanto deseábamos volver a sentirnos y la ternura quedaba para después, quede encima de ella y besé su cuello y mordí levemente su oreja causando que sus labios dejarán escapar un pequeño gemido que me excitaba cada vez un poco más. Llevé mi mano derecha a su pierna y la acaricie subiendo conmigo el vestido que llevaba mi futura esposa, mi mano izquierda se encontraba en su mejilla mientras la besaba con desesperación, había deseado tanto poder estar así nuevamente con La la que no existía más que ella y yo en este momento.

-Te amo te amo te amo- dijo sonriéndome yo solamente me Levante del césped y entre besos y algún que otro choque contra la pared o la baranda de las escaleras logré llegar a mi cuarto, la acorrale contra la pared y puse sus brazos por encima de su cabeza y disfruté besando cada milímetro de su cuello y pecho, su boca entreabierta me hacia saber cuanto le gustaba lo que estaba haciendo. Se salió de mi agarre y me empujó a la cama, y se sentó en mis piernas, comenzó a besar mi cuello y él camino hacia mi nuca mientras hacia movimientos circulares sobre mi y yo no podía aguantar más, tantos meses sin tenerla, tantos meses sin sentirla que deseaba que este momento fuese eterno.

-Te he extrañado tanto- dijo agitada aún moviéndose sobre mi, yo sentía que poco a poco mi cuerpo iba cubriéndose de una fina capa de sudor producto del calor corporal que me provocaba esta mujer, MI MUJER- extrañaba tus besos- me besó- tus caricias- puso mis manos en su cintura y yo me encargué de bajar las y seguir su besó- tu cuerpo- tocó mi pecho y mis brazos- entero te he extrañado

-Yo también te he extrañado completo mi amor, sos mi debilidad- la deje debajo mío, la di vuelta y comencé a besar su nuca, baje a su espalda donde me encargué de besar cada espacio, su piel era tan suave como pocas veces había sentido alguna. Seguí el recorrido de besos y caricias mientras sentía su respiración agitada y pequeños gemidos que salían de sus labios. Saqué su vestido y me sorprendí al ver que estaba completamente desnuda debajo de este, me sonrió y eso me enloqueció aún más. Ataque su cuerpo con mis manos y mis labios, besé cada espacio de su cuerpo haciéndole saber que todo era mío y nadie tenía derecho siquiera a imaginarse tocandolo.

Volvió a dejarme debajo de ella y comenzó a besar mi pecho, bajó a mi abdomen y nuevamente a mi pecho mientras sacaba mi pantalón torpemente por el apuro que tenía ella también, no podía e evitar reirme y pasarla bien con ella ni siquiera en esta situación, mi pantalón se atoro en mi pie al ser tan angosto y le costó el doble de trabajo sacarlo.

De un segundo a otro comenzó a tocar mi erección haciendo movimientos circulares mientras subía y bajaba, acercó su boca y miré suplicante para que lo hiciera de una buena vez, yo simplemente lo disfruté y agradecí tener nuevamente a mi mujer en mi vida.

No soporte por mucho el deseo de verla gozar debajo de mi así que rápidamente la puse debajo de mi cuerpo y besé su cuerpo tal como lo hizo ella, comencé por su cuello que sabía de memoria que era su debilidad, seguí por sus pechos dejando pequeñas marcas en ese lugar donde nadie más que ella y yo las veríamos, con una de mis manos masajeaba mientras la besaba, seguí por su abdomen plano y deje para el final su intimidad, besé su centro y luego comencé a hacer lo que a ella tanto le gustaba.

Estaba tratando de que nuestra previa hubiese sido más larga pero no era necesaria para nosotros, la extrañaba y estaba duro desde que fui a buscarla a su departamento y había deseado este momento desde hace meses, entré en ella bruscamente y sin piedad alguna comencé a hacerle el amor.

Extrañaba su voz, sus quejidos y su cuerpo sus manos, era la gloria tenerla conmigo después de tanto tiempo y saber cuanto nos amamos después de tanto sufrimiento. Era mi felicidad y dentro de un tiempo mi esposa.

-¿En que pensas?- dijo mirándome con signos evidentes de que había quedado exhausta después de nuestro encuentro

-En todo lo que te he extrañado, en todo lo que te amo y lo feliz que me haces

-Te amo y sos lo más hermoso que me ha pasado en la vida. Gracias por amarme y ser mío

-Siempre lo voy a ser, no veo la hora para poder gritar cuanto te amo chiquita. Quiero confirmar que estoy con la mujer más hermosa del mundo entero- la dejé debajo de mi cuerpo sosteniendo mi peso en uno de mis brazos- quiero que todo el mundo sepa que nos pertenecemos

-Ya mismo subo una foto para que sepan que estamos juntos, ¿Vos que estás pensando?

-Alguna nota para que todos lo sepan

-Mientras todas sepan que sos mío- la besé y terminó arriba de mi cuerpo y comenzó a besar mi cuello mis mejillas.

-Apa tenemos muchas ganas

-Si es con Vos siempre tengo ganas- dijo con un tono desesperado besando mi cuello y yo imite su acción, recorriendo al mismo tiempo su cuerpo con mis manos

-Sos perfecta mi amor, te amo

-Te amo muchísimo más- volvimos a entregarnos al amor toda la noche, no nos importó el afuera ni él que dirán. Simplemente nos importó el amor que sentíamos y las ganas de demostrarlo.

TOMÁS SE VA A ROMA VOY A MATAR A ALGUIEN.

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