Un brujo inteligente

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Iban cinco días desde aquel episodio, yo había tenido que seguir con mi vida normal, los vampiros seguían examinando el cuerpo, Richard y Diana quedaron al cuidado de la señora Anna, y yo me había dedicado completamente a la investigación del brujo estúpido ese (obviamente en mi corto tiempo libre). No encontré nada, lo único que me quedaba hacer era visitar la biblioteca por información, y realmente espero encontrar algo, pues ya he perdido bastante tiempo valioso.

Estoy recostado sobre mi sillón, solo con mis pantalones puestos, mientras observo la última llama de fuego consumirse. Tomo mi camiseta, y mis botas, y me siento derecho, mis pies por primera vez hoy tocan el frío suelo. Hoy estoy dispuesto a ir a la biblioteca municipal. Existe una sección que está escondida en cada librería del mundo, en la perteneciente a mi ciudad esta se encuentra en el ático. Esa es la sección que a mí me interesa, ahí se encuentra todo lo relacionado a mi mundo, el mundo mágico.

     Llego allá luego de 30 minutos caminando por las calles de Boston, ingreso cerrando la puerta tras de mí, me dirijo rápidamente hacia una escalera que se encuentra tras unos estantes del fondo. Subo rápidamente y abro la pequeña puerta que me permite el paso a una nueva habitación, donde encontré a dos personas leyendo en una única mesa y muchísimos libros ubicados en estantes a su alrededor. Saludé con un gesto y comencé a revisar libreros. Salud mágica, historia oculta, ciencia de los nuestros, eran algunos de los títulos que pude observar, lamentablemente ninguno de aquellos libros me servían. Seguí buscando, hasta que por fin me encontré algo útil: "La perfecta criatura".

     "Algún ser algún día logrará crear una criatura tan grande, tan fuerte y tan feroz, que sería capaz de destrozar el mundo entero. Esta criatura tendrá el olfato de un lobo, la velocidad de un vampiro, la magia de un mago, la capacidad de volar de un hada y la inmortalidad de todos estos seres. Cuando esto ocurra habrá una ruptura en el mundo oculto, y el creador de esta majestuosa criatura tendrá el dominio absoluto por sobre todo el resto de los seres".

     -Oh no -dije en voz alta -las dos personas presentes me miraron algo extrañados. Me levanté de mi silla, y bajé por las escaleras, entonces salí de la biblioteca y corrí hacia la casa de la señora Anna. Golpeé su puerta varias veces, hasta que me abrió, preocupada por la razón de mi visita.

     -¿Qué pasa, hijo? -Me miraba algo exaltada.

     -James cumplió una profecía. Esa criatura que creó está en los escritos... habrá ruptura... destrucción. Hay que encontrarla -yo jadeaba, estaba exhausto después de correr de esa forma.

     -Hay que hacer un plan. Pasa -se movió hacia el lado para permitirme el ingreso, ahí pude ver a Diana, sentada en el sillón, ella tampoco entendía lo que estaba ocurriendo. Se puso de pie y se acercó a mí. Ella vestía un vestido antiguo, quizás era de la señora Anna.

     -Ronald, ¿está todo bien? -Dijo con su mano derecha por sobre mi rostro, me miraba con alto de compasión, quizás pena.

     -Todo está mal -hablé aún jadeando.

     -Tranquilo, lo vamos a arreglar -me abrazó, creo que ella ya se había acostumbrado a que yo le permitiera abrazarme. Me acarició el cabello, poniéndose de puntitas para lograrlo. Eso curiosamente me calmó. Ugh, no sé qué genera ella en mí.

     -Diana tiene razón -habló la señora Anna -pero tenemos que esperar por noticias del súper ente para poder saber más o menos dónde encontrarlo. Por mientras deberías quedarte acá. Yo iré a avisar a los vampiros y hombres lobos -acepté, ella tomó su abrigo y salió.

     Diana seguía parada ahí, mirándome con cara de "todo estará bien", se sentó en el sillón y me hizo un gesto para que yo también me sentara, eso hice, aún no estaba en condiciones de hacer algo más. Estaba el televisor en un programa de moda que probablemente ella estaba viendo antes de que yo llegara. Se acurrucó en mi hombro y por alguna extraña razón, esto ya no me molestaba extremadamente, así que solo la dejé.

¡Ella no me gusta!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora