MELODY #ATLANTIS

3. Novia.

-Lo lamento, señorita. La niña Melody está dormida -Margaret, la ama de llaves responde a mi llamado y siento una punzada de culpa, de nuevo.

-Está Bien. ¿Le puede decir que llamé?

-Claro, señorita.

-Gracias

-De nada -cuelga.

2:15 am

Me pregunto si está enojada, pero descarto aquello. La última vez que lo estuvo solo duró dos horas y ni siquiera Margaret era capaz de contestar el celular.

Me recuesto en la cama y empiezo a respirar lento mientras trato de concentrarme para no caer dormida.

Mi brazo golpea el celular y me asusto al pensar que lo he podido cuartear y casi sin pensarlo me lo llevo a mi corazón. Vibra a cada segundo y cuando desbloqueo la pantalla me sorprendo.

"Llamada entrante de Mel (Tu razón de vivir)"

- ¡Mel! Juro que creí que estabas enojadisisisisima y...

-Sí, sí, también te amo -noto un hilo de diversión. Lo ha hecho para hacerme sufrir.

-Mala -digo y ella ríe.

- ¡Ups! -presiento una sonrisa de malicia a pesar de la distancia-¿Fue la peor hora de tu vida?

Miro el reloj. Sólo han pasado nueve minutos.

2:24 A.M.

-No lo vuelvas a hacer -imito mi mejor todo de enojada, pero no sé si la convenzo. Activo mi cámara delantera al igual que ella.

-Ay, está bien. ¿Qué haces?

Calculo la posibilidad de contarle que pasé desperdiciando una hora con Stif, pero la descarto al asegurarme de que ella lo tomaría de otra forma. No quiero sufrir el acoso de Mel "la Flechera".

-Me quedé dormida...

-Típico de vos -suena irónica.

Silencio incómodo. Desvío mi mirada hacia una de las esquinas de la pantalla y pienso en lo que debería decir.

"Pedro alias PANCRACIO ha decido unirse a la video llamada"

Sonrío con desdén en mi mente.

-Hola, querido público ¿Me extrañaron?

Alejo mi mano de la pantalla y me abstengo de cortar.

-Ni en tus mejores sueños, Stif -la sonrisa de mi amiga se ensancha luego de bajarlo de su nube.

Mis manos pican al darme cuenta de lo que estoy pensando, pero es inevitable no querer hacerle daño por lo que me hizo. Mi respiración se vuelve agitada de un momento a otro e intento calmarme, diciéndome que él ha cambiado. Pero sé que el sentimiento sigue allí, en el fondo.

Stefan mira hacia su pantalla por unos segundos y luego su entrecejo se arruga.

- ¿Pedro alias pancracio? ¿Esto es en serio? -Stif se queda mirándonos fijamente.

-Nada fuera de lo común -Mel habla haciendo un gesto con su mano para restarle importancia.

Claro, como no quiere que sepa que ha sido ella quien cambió el nombre...

- ¿Por qué no saludas, Sugar? -mi cara permanece sin expresión y me reprimo mentalmente por darlo a notar. Sonrío, tratando de lucir como la que era antes de descubrir el verdadero motivo de mi desprecio.