Capítulo #6

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-Qué le pasó a tu rostro? - sabía que si venía al colegio ellas no tardarían en preguntar- se ve muy mal Anna.

Rodé mis ojos y seguí caminando, las miradas se posaban en mi, y todos los alumnos como siempre de morbosos, murmuraban y luego me miraban.

Seguí caminando por el pasillo y me pare enfrente de mi casillero, abrí para sacar mi libro de literatura y mi rostro se reflejo en el espejo que estaba pegado en la puerta.
Mi labio roto y mi ojo izquierdo en un tono morado.
Cerré de golpe la pequeña puerta y me dirigí al salón de clase.
Parecía que no sólo eran los golpes si no que también mis compañeros hacían de este día una mierda.
Al abrir la puerta todo el mundo se encontraba ya en su lugar. Mi vista viajó a todo el salón de clases y maldecí al darme cuenta que mi lugar estaba ocupado.

-Aparte de perra, hoy viene casi muerta -escuche a una rubia susurrar- creo que no hizo su trabajó bien.

Caminé hasta el fondo y no pude evitar escuchar eso.

Dejaras de ser rubia dije en mi mente, me giré sobre mis talones - Qué, tu si sabes como andar de perra? -Dije con los dientes apretados- eres rubia como no vas a saber - la chica me miró con enojo y le mostré mi dedo malo.

-Señorita Mills!- grito el profesor Drew - tome asiento ya !.

Camine lo más rápido que pude y tome asiento, la clase comenzó y me estaba aburriendo, raro en mi ya que amaba la Literatura.
Comencé a enfadar me cuando Luck el chico de alado no dejaba de mirarme.
-¿Qué? - pregunté con enojo y en un susurro.

-Nada - dijo desviando su mirada de mi.

-Pues deja de mirarme - dije con enfadó.

Estaba cambiando, mi humor era fatal este día.
Era normal, con lo mal que había pasado ayer por la noche.
Traté de prestar atención al profesor ya que daba instrucciones para una actividad, pero mi intento de poner atención fue interrumpido por el sonido de mi celular, lo tome con cuidado y lo puse en vibrador.
No me había dado cuenta del mensaje que me había llegado. Por un momento mi corazón se acelero al pensar que sería mi papá, tengo varios meses sin hablar con el y es frustrante.
Abro el mensaje.

Odio ver tu rostro así...
¿Qué MIERDA te ha hecho eso?
-Número privado.

Miré unos segundos a mi alrededor a causa de los nervios, quisiera borrar esa imagen de mi mente, pero es imposible. Hace unos días mi vida era tranquila, pero ahora, un chico de labios suaves y carnosos, misterioso y un cuerpo sexy me persigue, también sin descartar las notas misteriosas en mi casillero y los dos hombres que trataron de secuestrar me aquella noche.

Que te importa.
Supongo que eres otro o otra que anda de morboso.
- .|.

Envíe el mensaje y trate de prestar atención, comencé a hacer la actividad que indico el profesor. Mire sobre mi hombro y ahí estaba Darla mirándome con reproche, sus ojos me acusaban y me perdí en ellos, es una chica bastante lista y logra lo que se propone, no logré contener la mirada y gire en mi asiento para seguir con mi trabajó.
Terminé la actividad y me puse de pié para que el profesor la revisara. Llegué hasta el escritorio del Profesor y este me miró detenidamente, carraspee y el de inmediato dejó de mirarme, entregó mi cuaderno y un "Excelente" por parte del profesor.
Me senté en mi asiento y mi celular estaba vibrando, lo tomé para ver que era.

Oye, que mal educada.
Te vez fea enojada.
-número privado.

Sea quién sea, ya estaba agotando mi paciencia, cosa que no tengo de sobra.

Deja de hacerte la o el chistoso, no tengo tiempo para estupideces.
¿Qué rayos quieres?
- .|.

Quiero qué me digas que te pasó.
Y si me importa.
-Número privado.

"Leona"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora