Collar

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-¡Malditos!- grito Gray molestó, el hombre salio de los arbustos caminando asta llegar al centro del jardín.

-¡Escuchen! si me entregan a la señorita Charlya no le are nada a nadie!- grito aquel hombre mientras señalaba a Lucy, esta solo sonrió para después dar un gran suspiro.

-¡Ahora Lucy!- En un rápido movimiento congelo las piernas de los tres secuestradores

-ábrete puerta del cordero ¡Aries!-

-¡Sumimase!- grito la chica mientras aparecía en escena.

-Aries ataca a esos tres, pero no dañes nada de lo que esta aquí!-

-si!- De un ataque desprendió esponjado y rosado algodón atrapando a los tres delincuentes en ella

-Lo logramos !- Lucy salto de emocion, los policías no tardaron en llegar, arrestando a los tres secuestradores

-Eso a sido muy fácil- suspiro algo decepcionado Gray tronando sus dedos, ahora ya sin camisa.

-Si, lo se pero nuestra misión es proteger a la señorita Charlya asta después de la boda, no es como otras misiones tan arriesgadas- suspiro con alegría, pues casi morir en otras misiones no le parecía satisfactorio, ambos siguieron revisando los alrededores mientras la boda seguía su curso.

-jóvenes magos!-Les llamo con alegría el señor Arturo -¡Muchas gracias! la boda esta por comenzar por favor acompáñenos-

-¡Si!-Lucy parecía animada, pues en realidad nunca había presenciado una boda. Gray al verla tan emocionada cedió de inmediato

-pero antes- el señor Artu señaló a Gray -su camisa-

-¡¿Pero cuando!?- Grito Gray sorprendido buscando su camisa por los alrededores, Ambos chicos se sentaron entre los invitados, la novia llego, todos se colocaron de pie para recibirla, la marcha nupcial comenzó a sonar, todo era tan mágico y elegante, acompañada del brazo de su padre, Lucy observó la escena con alegría y algo de melancolía, recordando a su padre, todo lo que pasaron, el tiempo que perdió al estar ausente por siete años, el tiempo que jamás volvería el echo de que no estaría en su boda, sus ojos comenzaron a cristalizarse, observó el cielo en un momento con la esperanza de que su padre y su madre le cuidarán desde dónde se encontraba. Sintió una calidez en su mano, era la mano de Gray.

-Gray?-

-Tranquila, estarían orgullosos de ti- Como si pudiera leer su mente, esas palabras le calmaron las ansias y dió alivio a aquella carga que por meses tenía, al haber dejado a su padre solo en sus últimos días, la ceremonia paso lento y aburrido para Gray, mientras Lucy observaba con detalle cualquier cosa, pues según sus palabras pronto escribiría algo sobre bodas en su novela, tal vez era mentira o no pero Gray era más feliz al ver la cara de emocion de Lucy, la ceremonia concluyó con el romántico beso.

—Bueno magos, es hora de darles la recompensa— Se acercó el señor Artur a Lucy y Gray, cuando como un flash llegó a su cabeza aquel recuerdo. —jovencita de Fairy Tail, ¿No serás tu hija de los Heartfilia?—

—Usted ¿conoció a mis padres?—

—Vamos a mi oficina, ahí les daré la recompensa y podremos conversar más pasificamente— Lucy asintió, y siguieron al señor Artur en silencio asta su oficina, una amplia habitación un poco Polvorienta y muy parecida a la oficina que tenía el padre de Lucy, tomaron todos asiento

—Esta es su recompensa Fairy Tail! les estoy muy agradecido!— dió un gran suspiro y siguió— los Heartfilia, — suspiro de nuevo con una melancólica  sonrisa—Tu padre y yo  Eramos amigos en el gremio love&lucky, me entere hace poco que  murió, también conocí a tu madre incluso a ti cuando eras pequeña, nos distanciamos por idioteces peleamos por cuestiones de inversiones me moleste con el ¡ja!—suspiro con tristeza— aun recuerdo que tu madre me dio una medalla, yo en ese entonces tenía muchas tiendas de joyería, "tranquilo se le pasara" me dijo segura tu madre mientras me daba la medalla me pidió que escogiera una cadena bonita para la medalla y que la próxima vez que nos vieras se la diera Lamentablemente nuestro orgullo nos gano ni tu padre ni yo deseamos ceder no volvimos a hablar poco después me entere que Layla murió no tuve el valor de entregarle la medalla a tu padre pero  toma—dijo el señor mientras estiraba su mano entregándole una medalla en forma de corazón dorado con una "L" grabada detrás.

Te elijo a ti...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora