Desperté en la misma posición en la que me dormí, con Dani a mi lado. Pensé que todas las palabras que el me dijo le habían salido del alma, que lo había dicho porque lo sentía de verdad, pero todo eso cambio cuando llego la hora de la comida.
-¡¡¡Mileeee!!! Quieres bajar a comer...se va a enfriar.
No hubo respuesta. Yo no estaba en casa, estaba con Dani.
Como es habitual, mi madre subió para ver si es que todavía dormía o que era lo que estaba haciendo, la sorpresa que se llevó. Bajo corriendo las escaleras para avisar a mi padre de que no estaba. Salieron a la calle y justo en ese momento aparezco yo subiendo las escaleras del portal.
-¿Me puedes explicar de donde vienes?
-Mama, no se preocupe, solo salí un momento a..
No pude acabar de explicarle porque su mano me dijo girar la cara y que unas pocas lágrimas me salgan.
-Es que no puedo dejarte ni una sola noche, o unas horas, que tienes que hacer lo que a ti te da la santa gana.
- Estaba conmigo. -la voz de Dani me puso más de los nervios.
-¿Y tu que tienes que ver aquí? ¿Y que es eso que estabas con él, Milena?
-Le invite a salir a dar un paseo, y cuando volvió a casa se dio cuenta de que las llaves se las había dejado. He aquí que haya dormido en mi casa.
-Nada de eso me lo creo, pero esperemos que nada hayáis hecho.
-Mama, por favor, sabes que no soy capaz de nada.
-Con esto estoy más que segura que eres capaz de hacer todo lo que se te pase por la cabeza.
-No tiene ni idea de lo que por mi cabeza pasa, nada de lo que yo pienso usted lo sabe. Estoy ya harta de que nunca pueda expresarme o decir todo lo que siento porque supuestamente usted tiene que tener siempre la razón. No mama, no. Quiero que eso se acabe, propongaselo para hacer este año.
-Callate o te arrepentirás -me dijo Dani al oido.
Los ojos de mi madre aguantaban las lágrimas.
Me había desahogado, pero había hecho daño a mi madre, pero ella a mi me hace daño siempre con sus palabras.
Dani me agarro de la mano y me llevo a la parte de atrás al ver que mi madre había entrado ya en casa.
-Esta vez te has pasado.
-Lo necesitaba, nunca digo lo que siento cada vez que ella me insulta o me rebaja, ha tenido que llegar el momento.
-Te intentare sacar de los problemas en los que yo este metido también, pero que no sea una costumbre.
-No te entiendo, explicate.
-Qué lo de anoche fue una noche de las que yo paso, y si tengo que meterme en problemas por estar contigo.
-Nada paso, y nada pasara entre tu y yo, si eso es lo que te importa.
-No es eso lo que quiero decir, sólo que intenta que nadie se entere de nada.
-Para eso prefiero no verte. Si solo voy a ser tu secreto de verano.
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Un verano de ensueño (Gemeliers)
Roman d'amourConseguir ganar dinero gracias al trabajo de tus padres nunca será tan recompensado como la historia de Milena.