1: Los espectros de los espejos

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A). El Diablo en el espejo.

En diciembre, justo en las campanadas que dan inicio a las 12 de la noche, el Diablo comienza una inspección a la tierra, la única en todo el año. Cuenta la historia que unos amigos aprovechando la festividad navideña, decidieron compartir una noche llena de alcohol, risas y diversión. Como es habitual en este tipo de fiestas, sin saber comenzaron a contar historias de terror y leyendas que conocían. Un par de ellos escuchaban aterrados las historias que se contaban pero la mayoría que ya llevaban un par de copas de más aprovechaban para bromear tratando de asustar con un grito o saltando cada vez que la narración hacia un silencio. Sin embargo cuando Alberto comenzó a contar su historia todos comenzaron a quedar como petrificados. "En noche buena, justo a las 12 de la noche el Diablo hace una inspección a la tierra, la única en el año, así que si queremos verle, que sea ese mismo día a esa misma hora, ir al baño, puesto que es más propicio a realizar el evento y cierra la puerta, enciende 12 velas, apaga la luz y situate frente al espejo, cuando falte poco para las 12 cierra los ojos y mantenlos cerrados hasta que quede solo una campanada que es la que debe sonar para las 12, en ese momento aparecerá el Diablo en el espejo solo por un segundo." Al terminar su historia nadie sabía que decir, los muchachos estaban realmente asustados, porque sabían que con las fuerzas del más haya no se debía bromear, y la figura del Diablo siempre a sido la más temida desde los comienzos de la humanidad, pero para Pablo era el momento de hacerse el machito, siempre había sido el segundón del grupo y nadie lo tomaba enserio por lo que era el momento perfecto para hacerse el valiente.

_eso es mentira, y yo lo probaré cuando quieras.

Todos se giraron a mirarle y Alberto contestó.

_Si tan valiente eres porque no lo probamos? Dentro de un par de días será noche buena, yo mismo pondré las velas, pero si te hechas atrás te tendrás que comer las 12 velitas completas en noche buena frente a todo el grupo.

_ si, pero si lo hago y te demuestro lo contrario quien se comerá las velas serás tu por bocazas.

El grupo se rió y pasados unos minutos todo parecía haber quedado olvidado, pero para Alberto había sido un desafío a su autoridad como líder del grupo y no se iba a quedar así. Por lo que 2 días después se presentó en la casa de Pablo con 12 velitas negras en una bolsa, una biblia satánica que le había prestado un amigo gótico de su hermana, un pentagrama con la cabeza de un carnero y una cámara capaz de grabar en la oscuridad que su padre guardaba en uno de los armarios como si fuese de oro. Su intención era de que cuando Pablo completara su ritual de invocación se echara atrás y pidiera disculpas, pero lo que no se esperaba era que el chico reafirmado en su intención de hacerle comer las velas frente a todo el grupo en año nuevo, bromeara sobre el tamaño de estas.

_ que pasa Alberto? No las había más grandes? Tanto miedo te da tragartelas frente a todos que fuiste a comprar velas de cumpleaños?.

_tu tranquilo papito, que cuando te cages del susto las llamas de las velas disiparan el olor.

Alberto pasó a la casa de Pablo sin dirigirle ni una mirada más pasó al baño de su habitación, como había visto en varias páginas de invocación de internet colocó 5 velas en cada una de las puntas del pentagrama, 4 de ellas a los lados del espejo y las 3 restantes junto a la biblia satánica que intencionalmente dejó abierta por una página en la que había una especie de invocación o ritual. La escena del cuarto de baño con el pentagrama iluminado únicamente con las velas era digno de una película de horror. Pablo apesar de hacerse el valiente tenía el estómago encogido al pensar que tenía que entrar sólo para hacer el ritual de invocación.

_ bueno chaval asta aquí puedo estar yo en el baño. Por si te hechas atrás en el último momento y abres los ojos antes de tiempo, te he colocado una cámara de vídeo, mucha suerte, espero que la leyenda no sea cierta porque de lo contrario no creo que lo cuentes.

Dijo intentando darle aún más miedo, Pablo se encontraba dentro del baño con la luz apagada, faltaba menos de un minuto y ya sentía como las gotas de sudor le caían del rostro, una cosa es hacerse el chulito delante de todos, pero otra era encontrarse con ese escenario aterrador y disponerse a invocar al mismo Diablo por una apuesta. Sin embargo reunió todas sus fuerzas para no salir corriendo y cuando Alberto le avisó serró los ojos, pocos segundos después escuchó la primera campanada del reloj que tenían sus padres en el salón, el miedo que tenía en silencio era tal que cada una de ellas parecían sonar cada vez más lentas, al tener los ojos serrados no percibió que con cada campanada se apagaba una vela, como si el mismo Diablo estuviera consumiendo cada una de ellas al ritmo necesario para que se apagaran simultáneamente a cada uno de los clock del reloj. Al sonar la campanada 11 tal y como le había indicado Alberto Pablo abrió los ojos, Alberto al otro lado de la puerta del baño esperaba a que Pablo se echara atrás, pero cuando la última campanada sonó todo quedó en silencio, llamó a su amigo pero no obtenía respuesta, ya había pasado más de un minuto y Pablo no salia así que abrió la puerta, al hacerlo todo estaba a oscuras y solo se escuchaba una respiración ahogada en el suelo, un fuerte olor a azufre inundaba el ambiente y Alberto sintió que algo andaba mal, encendió la luz y se encontró a Pablo con la cara desencajada de miedo mientras se llevaba fuertemente la mano al pecho, de puro terror había sufrido un ataque al corazón, Lo único que alcanzaba a escuchar era

_ lo he visto, lo he visto!!...

Al llegar al hospital los médicos no sabían de su estado de asombro, el corazón parecía estar bien y perfectamente recuperado, no obstante el chico se encontraba en una especie de shock y no hablaba con nadie salvo que lo hacia solo para decir que lo había visto. Días después salió del hospital perfecto recuperado, al menos físicamente ya que nunca volvió a ser el mismo, se convirtió en una persona asustadiza y retraída que frecuentemente se encontraba pensativo y en silencio a mitad de una conversación, Alberto por su parte nunca se atrevió a revisar lo que contenía la cinta y decidió tirarla junto a la basura junto a los objetos que se encontraban presentes en la invocación... Quien sabe si algún día alguien la encuentre y podrá presenciar lo que vio Pablo antes de que se apagara la última vela. Por su parte Pablo sabe que volverá a ver al Diablo el día que muera, ya que este vendrá a reclamar su alma en persona...

100 creepypastas y leyendas negras del mundo e internetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora