3. LA TORMENTA EN TUS OJOS

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Tú te llevaste mi cordura, así de fácil, así de sencillo; me gustaría decir que fueron solamente percepciones de una ilusa mente, pero no fue así, el infinito amor que decía tener por ti un día se acabó, como si de una vela en un tornado se tratara.

De tenerte en un pedestal cerca del cielo, pasaste a ser un tormento, un recordatorio de todo lo malo que puede tener una persona, pero creo que eso fue parte de tu encanto. Porque aceptémoslo, mientras más indiferencia mostrabas más me interesaba saber el porqué de tus actitudes.

Pero así como somos buenos destacando lo malo de las personas. Hay que reconocer que hubo grandes momentos entre nosotros, nuestra historia fácilmente se puede definir como una película con final abierto o una serie cancelada, te preguntarás, ¿Por qué? Porque nunca tuvimos un final.

Muchas preguntas quedaron al aire;

muchas palabras ahogadas;

muchos sentimientos sin expresar;

simplemente no hubo un final para nosotros

Y eso estuvo bien.

Gracias a eso nos convertimos en las personas que somos hoy en día. Nos conocimos de una manera más profunda y descubrimos el tipo de personas que queríamos ser.

Y lo más importante, me enseñaste que eres el tipo de persona que no quiero volver a tener en mi vida, porque eres lo malo de las relaciones afectivas en una sola persona.

A pesar de todo, estoy segura de que encontrarás la luz en tu tormento, el arcoíris al final del camino, el que te de alegría y te llene de deseos, porque sin importar lo que las personas hayan hecho en su vida, todos merecen su luz. 

Un alivio para el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora