Un alivio para el corazón

4. MI MAESTRO DE MOMENTOS

Imagina el impacto que tuviste en mi vida para que hoy te esté dedicando estas palabras.

Realmente pocas personas logran eso conmigo, pero tú eres algo especial. No eres como el resto de personas que conozco. Si te preguntas el porqué de este honor, es porque tengo que agradecerte muchas cosas, aunque no lo creas, con el tiempo fue gracias a ti que pude ir abriendo los ojos. Fuiste ensañándome mucho de la vida y de las personas aunque tu ni siquiera lo sabias y déjame decirte que esa es la mejor manera de aprender algo, porque de esa manera la lección te golpea en el momento, no es algo que estés esperando. El aprender a leer a las personas con solo una mirada fue una habilidad que fuimos desarrollando juntos, aunque como en todo, aquí hubo un error, puesto que tú eres la única persona que al día de hoy no puedo descifrar, porque aparentas una cosa, dices otra y actúas otra.

Tal vez debería seguir perfeccionando eso y el día que logre descifrarte, como a un cubo de rubik sabré que no hay reto que no pueda lograr. Puedo seguir agradeciéndote por mil y un cosas pero el agradecimiento más grande es por creer en mí. Por años fuiste la única persona que descubrió mis verdaderas pasiones y si en algún momento decía que lo dejaría siempre estabas tú alentándome por no dejarme vencer. Gracias por no dejarme, gracias por seguir mi juego, gracias por no dudar, gracias por siempre estar al borde, gracias por ser un respaldo y gracias por la confianza que siempre me has tenido.