El sol se alza por el horizonte
y desde la arena observo el amanecer;
tan inmenso es el océano, vida hay bajo él;
pero desde la superficie se mira tan solo...
Los rayos de sol lo bañan de color,
pero continua estando solo,
por mas que me vista de colores
en mi interior continúa habitando el negro,
o quizás blanco, quien sabe,
no se cual sea el color que no se ve.
Me levanto lentamente con el corazón hecho pedazos,
cada trocito aún me duele,
aún se me encajan en lo mas profundo de mi alma
y cada punzada aun me sabe a ti;
vaya sabor amargo que me causan tus recuerdos!!!
tan amargo como tu adiós.
Ahora camino por la fría arena,
dejando sólo dos pisadas al andar,
y es triste saber que no hace mucho también fueron dos,
pero porque a tu espalda yo me habría de encontrar.
Me prometiste el mundo, toda una vida juntos,
mentiroso...
Hoy me pregunto cuántas de tus palabras fueron verdad;
todo un futuro planeado
toda una vida juntos
y cuando muriésemos,
recorreríamos de las manos el paraíso.
Y fue tan triste tu adiós...
Ver todas esas promesas desmoronarse, mentiroso;
preferiste recorrer el paraíso solo, te fuiste,
cuánto sufrí por ti, cuanto te lloré...
Tu recuerdo aun me duele,
como ese día en que llovía,
cerraste los ojos y tu mano que había jurado sostener siempre la mía
cayó lentamente,
y lentamente mi corazón se tornó negro,
o blanco quizás.
Solo se que desde ese día nunca más volvió a sentir,
dejaste mi cuerpo en este infierno,
pero junto contigo llevaste mi alma al paraíso.
Ese recuerdo, ese recuerdo me m
