Media noche en fin de año,
el cielo se iluminó,
y todos a mi alrededor intercambian besos y abrazos;
y yo, yo inconscientemente te pienso,
no importa cuánto tiempo pase,
no importa nada...
porque justo ahora, podría jurarle a la luna,
a esa misma luna,
a la que le han robado su protagonismo y me mira
en busca de consuelo,
a esa misma luna,
a la que en tantas noches le prometí te olvidaría,
hoy, podría jurarle,
que en unos años,
me encontraré aquí mismo,
de la mano de otro hombre,
quien sabe si con hijos,
y mientras bese a mi familia,
estaré pensando en ti.
Sólo una vez la vida te presenta la persona correcta,
a esa,
por la que serías capaz de dejarlo todo;
para esa persona,
uno sólo quiere ser aquello que necesita,
un consuelo, un amigo, un hermano...
algo efímero, o algo eterno...
Y una vez, que la vida te lo presenta,
no importa cuanto tiempo haya pasado,
no importa incluso si le conociste un día y jamás le vuelves a ver,
porque siempre será el.
Y hoy, en esta cálida noche en la que todos se abrazan,
entre mirada y mirada le confieso a la luna,
que honestamente,
aún espero terminar a tu lado.