CAPITULO 3
-Oh. Asi que, es ella. –Él me mira, como si fuera un bicho raro.
-Sip, ella es. –Suelta Louis.
-Dejen de hablar de mi como si no estuviera. –Digo enfadada.
-Lo siento, Soy Wrent. –Dice, y besa mi mano suavemente. Un escalofrio me recorre el cuerpo.
-Casilda. –Alejo mi mano rapidamente y el me da una mirada que no logro comprender.
-Lo se, todos aquí sabemos quien eres.
-En cambio yo, no tengo ni la mas remota idea de quien sin utedes, lo único que se, es que mi hermana esta en peligro y que yo tengo que ayudarla, con o sin su ayuda.
-Cas, ya te dije que tienes que calmarte, nosotros te vamos a ayudar, pero necesitamos tiempo para saber la hubicacion exacta de los Ordóx.
-Louis, tu bien sabes que debemos apresurarnos, en una semana las gemelas cumplirán 18. –Wrent mira Louis con preocupación, hay algo en ellos dos, que, simplemente no logro comprender, algo que me atrae, hacia los dos.
-Lo se, pero debemos ser cautelosos, con la mas minima señal, los Ordóx pueden encontrar nuestra dimensión, y es algo que no podemos permitir.
-Siguen haciéndolo. –Louis y Wrent me miran sin entender. –Siguen hablando como si no estuviera aquí, -Les explico. -¿Qué tiene que ver mi cumpleaños numero 18 en todo esto?
-Para los Arméx, cumplir 18 es un acontecimiento muy importante, ya que es la edad con la que puedes comenzar a disparar. –Dice Wrent.
-¿A disparar? ¿a disparar que?
-Flechas. –Dice Wrent con serenidad.
-Si, y en una semana, los Ordóx obligaran a Mery a disparar, y cuando se den cuenta de que sus flechas, no sirven…. –Louis se detiene.
-La mataran. –Termino su frase, el asiente.
Mi mente queda en blanco, es demasiada información que asimilar, mi hermana esta en peligro y ni siquiera se donde esta; soy hija de una diosa, que resulta ser, no me abandono, si no que murió por orden de otros dioses; soy heredera al trono de los Arméx. Sigo analizando y no encuentro una explicación lógica a esto, trato de pensar que es una pesadilla y que en cualquier momento voy a despertar, pero por mucho que me de fuertes pellizcos en el brazo, no despierto, de repente empiezo a llorar con las manos en mi rostro, ocultando mi cara, nunca me ha gustado que me vean llorar, aquí ya me han visto suficientes veces, y por cada vez que intento parar, mis sollozos son mas fuertes, y mis lagrimas viajan mas rápido a travez de mis ojos.
-Hey, -Dice Louis suavemente. –Vamos a encontrar a tu hermana, te lo prometo, pero por lo que mas quieras, no llores. –Acaricia mi pelo con dulzura y me empiezo a calmar, me doy cuenta que Wrent nos mira desde el otro lado de la habitación con ojos curiosos, Louis parece darse cuenta y me suelta de repente, los dos nos miramos incómodamente y siento mis mejillas poniéndose rojas.
Aclaro mi garganta. –No entiendo para que los Ordóx necesitan que Mery dispare, cualquier Arméx puede hacerlo ¿no?
-¿Conoces el termino “Amor Verdadero”? –Asiento. –Muy pocas personas logran conocerlo, y eso es porque solo las flechas de determinados Armex, contienen ese poder. –Wrent hace una pausa y luego continua. –El poder de las flechas depende de nuestro rango, los menos poderosos, son los encargados del amor infantil, los Ordóx no suelen meterse mucho con ese, ya que es un amor muy frágil; los mas poderos son los encargados del amor verdadero, y tu, al ser descendiente directa de la diosa, lo tienes.
