Capítulo 11

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Maratón 1/2
¡Feliz Año Nuevo!

Con los ojos cerrados.

Cuando Harry despertó sintió un mal presentimiento asentarse en su pecho, provocando que frunciera el ceño y se tallara ambos ojos mientras se sentaba con pereza en la cama. Miró a su lado, viéndolo vacío. Curioso buscó a su alrededor, encontrando a Louis ya vestido, a punto de salir.

—¿Qué hora es?— preguntó somnoliento, haciendo que Louis se detuviera y lo volteara a ver.

—Creí que despertarías hasta más tarde— comentó, regresando a la cama y sentándose junto a él— Son las cinco.

Asintió, bostezando y estirándose. Ya no se dormiría otra vez, después de todo en una hora lo volverían a despertar los guardias por los fuertes golpes de las macanas sobre las rejas.

—¿A dónde vas?— inquirió, sintiéndose más despierto y con la mente despejada.

—Saldré— evadió, acariciando con suavidad la mejilla de Harry—, estaré aquí mañana temprano.

—¿Te irás todo el día?— Louis asintió— Oh.

El rizado no dijo más por unos minutos, así que el castaño se acercó y le dio un suave beso en los labios. Después se levantó dirigiéndose a la salida.

—Sólo... Ten cuidado, Lou. Por favor— escuchó decir al menor.

(Louis se preguntó si era posible que Harry se hubiera dado cuenta de lo que hace cuando desaparece por largas horas, o cuando es citado con el director. De la sangre que hay en sus manos. 

Al final negó con la cabeza, dirigiéndose a la salida de Alcatraz.

Era imposible que Harry supiera lo que era él realmente, todo lo que había hecho y aun así quisiera quedarse a su lado.)


-


Se quedó acostado de lado en la litera, mirando la pared. Seguía teniendo ese horrible presentimiento en el pecho, y ahora se intensificó al ver que Louis no estaría con él en todo el día. ¿Cómo podrá defenderse si realmente pasa algo malo hoy? No es bueno con las peleas. Se levantó de la cama, viendo a su alrededor, buscando algo con lo que pudiera ayudar. Podría romper el espejo y tomar un trozo de vidrio. Siguió buscando por toda la pequeña habitación, hasta que se recargó contra la pared dándose cuenta de que faltaban escasos minutos para las seis.

Suspiró y miro la pared contraria a la que estaba recargado, encontrando uno de los ladrillos ligeramente salido. Ahí fue cuando recordó a Louis sacándolo y poniendo dentro del agujero una pequeña navaja. Si la tomaba, ¿Louis se enojaría con él?

Mordió su labio inferior, indeciso.

Su mañana pasó como normalmente lo hacía. Hizo su trabajo en la cocina, fue a las duchas, y almorzó con Niall y Zayn. La navaja en el bolsillo de su pantalón pesándole más a cada segundo que pasaba.

Se convenció de que tal vez estaba exagerando, ya que no había ocurrido nada fuera de lo común.

Ahora se dirigía al patio, viendo a lo lejos a Zayn y Niall sentados en una de las bancas de piedra.

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