Capítulo 1.

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Sentada en el asiento del copiloto del coche de mi madre tarareaba I'm Yours de Jason Mraz que sonaba por el volumen de la radio.

No me podía imaginar que mi vida iba a cambiar dentro de que llegará a ese estúpido pueblo.

- Va a ser una estupenda oportunidad- decía mi madre desde que habló con mi padre para que me mudara con él.

A los doce años mis padres se divorciaron y yo no volví a hablar con él. Llamaba en mi cumpleaños o en navidades pero yo nunca le contestaba, en cambio, mi madre sí que lo hacía y sólo por educación, pero a, mí me daba igual la educación o no.

Íbamos por la carretera, había una salida para ir al pueblo, no sabía ni cómo se llamaba pero me daba igual. Había un bosque con árboles inmensos y animales salvajes.

-Genial-, pensé- con lo que me gustan a mí los animales salvajes.

Entramos al pueblo, había gente humilde y había niños con las bicis por la calle.

Llegamos a donde se suponía que sería mi nueva casa, mi madre apagó el motor y se bajó del coche; yo, ni siquiera, me quité el cinturón.

- Carrie, vamos baja y ayúdame.

- No. - Estaba enfadada con mi madre por obligarme a estar aquí. Y serían dos años. Horroroso.

- Baja.

- No. - dije ya hirritada, ¿no entendía un no?

Subió las escaleras de la casa y tocó el timbre. Genial. Salió Charlie, mi padre, con cara sonriente y abrazó a mi madre. No me puedo creer lo que están haciendo. De repente se separaron y me miraron, Charlie bajó las escaleras y fue a abrir la puerta pero eché el cerrojo.

- Testaruda, como su madre - dijo sonriendo a mamá. Quité el cerrojo, me deshabroché, cogí mi guitarra y mi cactus y salí del coche.

- No toques mis instrumentos o te mato.

- Autoritaria como su padre. - Replicó mi madre.

Entramos a la casa y había gente. Había gente. Flipante.

- Chicos, venid. - dijo Charlie. Vinieron una mujer rubia de ojos azules que se puso a su lado, un chico de pelo castaño y ojos verdes de mi edad y una chica de menos edad rubia y ojos azules, bastante guapos todos. - Estos son Elizabeth, mi novia, Cody y Jasmine, sus hijos.

- ¿Dónde está mi cuarto? - dije secante.

- Arriba, al fondo a la derecha. - dijo la Barbie grande.

Subí las escaleras, en el pasillo había fotos de todos ellos, incluso estaba yo. -¡Qué bonito! - Pensé, obviamente con sarcasmo. Entré por la puerta y había una habitación vacía con sólo un armario empotrado, una mesa de estudios y la cama. Había dos ventanas con cortinas blancas que conjuntaban con el color morado de la pared. Bueno, al menos la habitación era agradable. Puse el cactus en la mesa que estaba al lado de una de las ventanas y la guitarra en la cama que estaba enfrente.

Bajé al coche y cogí mi teclado y mi guitarra eléctrica. Las cajas y las maletas ya no estaban en el maletero. Subí las escaleras y entré a mi habitación y dejé las cosas donde pude.

- Carrie, me voy ya. - gritó mi madre desde la puerta principal. Bajé corriendo y la abracé como nunca lo había hecho antes, la extrañaría. -Te llamo cuando llegue. - Se quería separar pero yo no. - Carrie, me tengo que ir ya. - Me separé y la besé en la mejilla.

- Te quiero.

- Te quiero. - Entró en el coche y poco a poco se fue alejando.

Ya ha empazado mi peor pesadilla.

No me dejes caer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora