Capítulo 4.

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¿Qué hacía mirándome aquel individuo detrás de un árbol? ¿Por qué me miraba de aquella forma? ¿Por qué su mirada era tan penetrante? ¿Sólo le estaba viendo yo? ¿Cómo alguien no podía ver aquella belleza de hombre? Negó con la cabeza y desapareció de la nada.

Miré a Álex, seguíamos como si el personaje no hubiera estado allí, a lo mejor ha sido una ilusión, aunque no lo creo, tanta belleza no puede haber sido imaginación mía. Bueno, olvidemoslo, tenía un chico guapísimo y no le hacía ni caso.

Rozamos los labios y nos besamos, un beso fugaz, era como los pecados capitales en un beso en sólo una persona. Lujuria, tentación, gula y avaricia, eso es lo que siento, dejé que se adentrara su lengua en mi boca haciendo que el beso fuera más caliente. Fue bajando las manos por el vestido hasta llegar a las piernas, luego las empezó a subir lentamente por debajo de la falda. Me aparté bruscamente, no hice ningún gesto por mi parte, pero por la suya su cara era de confusión. Me acerqué a él rápidamente poniendo las manos a cada lado de su cara y poniéndome de puntillas para llegar mejor a su boca.

Bailamos con el compás de la música besándonos, él con las manos en mi cintura, para guiarme mientras bailamos, y yo en su cuello. ¿Qué tenía él que era tan adictivo? Una mano se posó en mi espalda, no me importó y yo seguí bailando.

- Carrie - dijo Cody histérico.

- ¿Qué? - Me giré para verle mejor.

- Hay que irnos. - Me cogió del brazo y me tiró.

- Tío, yo la llevo, tú vete con Ali - aseguró Álex.

Cody me miró unos segundos y después miró a Álex y se marchó corriendo hacia el parking. Se escuchaban gritos, había policías y la música había cesado ya. Álex me cogió la mano para guiarme yendo delante. Una chica pasó corriendo entre nuestras manos y nos separó. Un grupo pasó corriendo también haciendo que perdiera de vista a Álex, me alcé en puntillas para poder buscarle cuando un policía vino por la derecha haciendo que perdiera el equilibrio y cayera. Se abalanzó sobre mí intentando cogerme las manos para arrestarme, hubo forcejeo por intentar escapar, moví las piernas en un intento por salir de allí y le di en los huevos. Gimió de dolor tapándose con las manos en su parte sensible y pude escapar.

Me adentré en el bosque corriendo lo más que podía, me iba chocando con las ramas de los árboles, metí el pie en una raíz que sobresalía del suelo haciendo que cayera.

Ya no se oían gritos, ni la música, ni las sirenas de la policía. ¿Tanto había corrido? Tomé un poco de aire llenando con toda mi fuerza mis pulmones intentando tranquilizarme y tragando la poca saliva que me quedaba en la boca.

Estaba sola en un bosque, en un pueblo al que acababa de llegar, no sabía dónde estaba ni cómo salir de aquí. Miré por todas partes, se oía un búho que ululaba en alguno de los árboles, grillos y otros insectos cantando. El poco viento que había hacía eco entre los árboles haciendo que el miedo se intensificara.

Sentí esa mirada que sentí antes de besarme con Álex, esa mirada penetrante me miraba desde algún sitio de este remoto bosque.

No me dejes caer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora