Capítulo 6.

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No sé qué me estaba pasando desde el día de la hoguera. Sentía esa sensación extraña todo el tiempo, me invadía todo el cuerpo y, algunas veces era placentero. Cuando me dormía escuchaba la canción de cuna, y en esos momentos me sentía protegida, como si alguien se hubiera apoderado de mi cuerpo.

Subí al autobús escolar con Cody, todo pintado con graffitis, ya no se podía apreciar el color amarillo que tienen. Pasamos por el pasillo, algunas personas sentadas me miraban extrañados, otros mirando por la ventana solos en sus asiento con auriculares escuchando música, llegamos al final y Cody se sentó delante de Álex y Ali, a la derecha estaban Tyler y Ela, la cual me sonrió. Me senté al lado de Cody poniendo la mochila encima de mis piernas, Álex se inclinó en el asiento para alante. 

- Carrie, lo siento mucho. Te busqué por todas partes pero no te encontré, lo siento. - Me giré para verle. Tenía una cara de cachorrito muerto, con los ojos azules grandes y haciendo pucheros. 

- No importa, llegué sana y salva.  

- ¿Pero cómo llegaste? - Mierda. ¿Qué contestaba ahora? ¿Que un chico que no conozco me siguió por el bosque y me ayudó de salir de él y, después, de la nada desapareció? No. Los cinco esperaban una respuesta de mi parte, incluso Tyler. 

- Bueno, me escondí en el bosque y esperé a que se fueran los policías y me fui por la carretera. - Creíble. Carrie, mente espectacular. 

Gracias a Díos llegamos al colegio, primer día del último.

Fui avanzando entre la gente, alguna persona me miraba, otras pasaban como si nada.

Fui a secretaria a coger el horario escolar, mi casillero y la contraseña. 221. Fui por los pasillos pero no encontraba mi casillero, los jugadores de fútbol americano pasaron haciendo jaleo por el pasillo, en ese grupo estaba Álex hablando con un chico alto con ojos azules eléctricos y pelo castaño que estaban mirando unas hojas que Álex llevaba en la mano. Levantó la mirada y me miró, le dijo algo al chico con el que estaba hablando y se acercó. 

- ¿Perdida?  

- ¿Qué? - dije tartamudeando al sentir la sensación embriagadora que me culminó el cuerpo en un segundo. Buscándole con la mirada con urgencia entre el pasillo, Álex volvió a hablar y me despistó. 

- Que si te ayudo. - Me sonrió y me concentré más en Álex y la sensación se acabó. 

- ¿Sabes dónde está el 221?  

- Claro, ven - andamos por los pasillos y las chicas nos miraban con odio, bueno, sólo a mí. Las chicas le sonreían a Álex y él sólo correspondía a algunas. 

- Tienes a todas loquitas - dije abriendo mi casillero azul marino con la rueda haciéndola girar en los números que ponía en el papel.  

- Ojalá - se apoyó en el casillero amarillo de al lado. 

- ¿En serio? Sonríe a cualquier chica y ya verás cómo se ríen tontamente, o se sonrojan.  

- Vale - pasó una chica buscando su casillero y nos miró. Álex sacó su mejor sonrisa de conquistador y la chica bajó la cabeza mirando el suelo y en los mofletes se pudo apreciar el color rojizo. 

- Ves. - puso la misma sonrisa pero, ésta vez, mirándome a mí. Le sonreí también con mi mejor sonrisa y pestañeando varias veces, como hacían las chicas cuando querían ligar. Nos acercamos lentamente y nos besamos.

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⏰ Última actualización: Oct 24, 2013 ⏰

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