Una chica con el pelo negro largo con un vestido negro, los labios rojos y unos tacones altos se nos acercó, me levanté para darle dos besos. Cody me entregó la bebida.
- No sabía lo que te gustaba así que ha elegido Ali por ti.
- Gracias. - Pegué un trago y me ardió la garganta, estaba fuerte.
- De nada, ¿te puedo preguntar algo?
- Sí, claro. - Tragué más del líquido rojo.
- ¿Cody usa boxers o calzones?
- Boxers. - Todos nos empezamos a reír. Pusieron la música más alta al haber anochecido. Me puso Álex un brazo por la cintura y juntó su cabeza hasta llegar al cuello.
- ¿Bailas?
- Claro. - Me llevó alrededor de la gente y nos adentramos por la multitud. Empezamos a bailar con la música, mientras que bebía.
- ¿Me das un poco? - dijo acercándose para no tener que gritar. Los altavoces emitieron otra canción, le pasé el vaso, pegó un trago grande echando la cabeza para atrás, tiró el vaso al suelo y derramó lo que quedaba. - No necesitas bebida, ahora vamos a bailar si me concede este baile, señorita. - me sonrió de aquella forma en la que cualquier chica se enamoraría.
Cogí la falda del vestido y me recliné haciendo una reverencia. Me cogió de la cintura y yo le puse mis brazos en los hombros, la canción era rápida pero a nosotros nos daba igual, bailamos lento como si no importara nada más. Me empujó un poco hacia él y apoyé la cabeza en su hombro.
Hacía tiempo que estábamos así, había cambiado la canción mil veces. Llevaba un poco de rato sintiéndome incómoda, no por Álex, sino por algo que no sé describir.
- Estás preciosa. - susurró Álex en mi oído.
- Gracias - dije levantando un poco la cabeza del hombro para que me pudiera ver, le sonreí. Nos acercamos un poco casi rozando los labios, aparté la mirada de sus ojos para mirar a un lado de su cabeza.
Lo vi.
